Rousseff, a todo o nada : hoy se juega su futuro en manos del Congreso brasileño

A todo o nada. La presidenta de Brasil Dilma Rousseff ha llegado a una instancia límite en su carrera política, cuando el Congreso decidida esta noche si puede seguir ocupando su cargo de primera mandataria o habilita al Senado para abrirle un proceso de 'impeachment' (destitución) por supuesta manipulación de las cuentas públicas.

El país sudamericano atraviesa una delicadísima tensión institucional desde hace tiempo. La asunción de Rousseff para encarar su segundo mandato presidencial ya estuvo signada por manifestaciones multitudinarias en las calles para exigir su dimisión, de pleitos y un vendaval de denuncias en los juzgados, que han llegado a implicar directamente a Lula Da Silva, nada menos que su mentor, implicado en la megacausa de sobornos y corrupción de Petrobras.

Durante todo este proceso, Brasil -una de las economías emergentes más poderosas del planeta- también ha sufrido un declive económico pronunciado, producto de esos temblores institucionales, en primer lugar. El curso de los acontecimientos ha llegado hasta hoy, un domingo 17 de abril de 2016 que puede quedar marcado a fuego en la vida política no solo de Rousseff, sino también de la nación.

Durante toda esta jornada, todos los habitantes de la mayor economía latinoamericana estarán pendientes de lo que suceda en el Congreso. La hoja de ruta señala que la sesión se iniciará a las 14.00 h locales (19.00 h de España), con la intervención del autor de un informe que recomienda el 'impeachment' (o juicio político) de la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT), seguida por breves proclamas de los líderes de las bancadas partidarias.

Una hora después, cada uno de los 513 diputados de la Cámara será llamado a comunicar su voto por  micrófono y a justificar en 10 segundos su decisión. Se calcula que el destino de Rousseff estará definido sobre las 21. 00 h. locales (cinco horas más en España).

Si 342 legisladores (dos tercios) de la Cámara votan a favor del 'impeachment', y el Senado ratifica esa decisión a inicios de mayo, Rousseff, de 68 años, será sometida a un juicio político, lo que implica su separación transitoria del cargo. La sustituiría su vicepresidente Michel Temer, quien podría gobernar hasta fines de 2018, cuando finaliza el mandato, siempre que los propios senadores declarasen a Rousseff culpable en un plazo de 180 días.

El peor momento en la vida política de Rousseff llega en la antesala del acontecimiento deportivo más grande del planeta: los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que comenzarán el próximo 5 de agosto."Crimen de responsabilidad"

Los detractores de Rousseff esgrimen un "crimen de responsabilidad" de la líder del Partido de los Trabajadores, ya que se la acusa de fraguar cuentas públicas para esconder el déficit en su primer mandato y el año pasado. Pero además sobre Dilma pesa una gigantesca sospecha de corrupción, ya que el escándalo de los sobornos en la megacausa Petrobras se cierne sobre ella y sobre Lula Da Silva.

La presidenta niega los cargos que se le imputan y los atribuye a una conspiración liderada por Temer y el jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, ambos del partido centrista PMDB, que integra la coalición de Gobierno con Rousseff.

El vicepresidente ya está ensayando el traje de primer mandatario (aunque lo sería de manera transitoria). Este sábado recibió a más de cien responsables políticos en su residencia oficial en Brasilia, tratando de amarrar los votos que podrían revertir la tendencia favorable que las encuestas le anuncian en las últimas horas.

Mientras tanto, Dilma, con una imagen positiva para la ciudadanía en sus mínimos históricos, que roza apenas el 10%, asistirá hoy a uno de los capítulos más decisivos de su vida. En su apoyo o en su contra, a lo largo de este día habrá manifestaciones multitudinarias en las calles de las principales ciudades del país... A todo o nada.