Sarkozy acepta la dimisión en bloque del su Ejecutivo

  • Este sábado François Fillon ha presentado la dimisión en bloque del Gobierno. Este domingo Sarkozy volverá a nombrar a varios de sus hombres y mujeres fuertes, pero presentará caras nuevas para, entre otras cosas, remontar en las encuestas.

El primer ministro francés, François Fillon, ha presentado la dimisión en bloque del Gobierno, que ha sido aceptada por el presidente, Nicolas Sarkozy, según ha informado el Palacio del Elíseo en un comunicado.

"En aplicación del artículo 8 de la Constitución, el señor François Fillon ha presentado al presidente de la República la dimisión del Gobierno. El presidente de la República ha aceptado esta dimisión y, en consecuencia, pone fin a las funciones del señor François Fillon", explica la Presidencia gala en un breve comunicado.

El artículo 8 de la Constitución francesa establece que es el presidente quien nombra al primer ministro y que sus funciones concluyen cuando éste presente la dimisión del Gobierno. La dimisión de Fillon es un trámite necesario para cualquier remodelación del Gobierno que se especulaba desde hace tiempo.

El anuncio por parte de Sarkozy abre la vía a la remodelación del Gobierno, de la que se habla hace cinco meses en Francia, y que en los últimos días arreciaron las conjeturas de que el presidente la anunciaría a su regreso de la cumbre del G-20 en Corea del Sur.

Durante los últimos días los medios de comunicación franceses habían dado por segura la permanencia en el cargo de Fillon después de que el titular de la cartera de Ecología, Jean Louis Borloo, fuera considerado durante semanas probable nuevo primer ministro.

El presidente Sarkozy mantuvo durante la mañana de este sábado una reunión con Fillon de la que no hubo información oficial y, de momento, se desconoce cuál será la composición del nuevo Gobierno francés.

Cambio a un gobierno de combate

Se define así el largo proceso de cambio del Ejecutivo, que el propio Sarkozy adelantó el pasado julio y que ha dado pie a numerosas especulaciones sobre los cambios que el Palacio del Elíseo (sede de la Presidencia francesa) podría llegar a aplicar. Según la revista Newsweek.com, en una reciente encuesta realizada en Francia el 71% afirmaba que la imagen del país había decaído mucho en las últimas semanas debido a las huelgas.

El presidente no tenía intención de anunciar el nombre del que será el nuevo primer ministro, que podría volver a ser Fillon de confirmarse las listas que los últimos días han manejado los medios de comunicación franceses.

Así, según la prensa francesa, Sarkozy podría volver a nombrar en sus cargos al primer ministro, François Fillón; a la ministra de Economía, Christine Lagarde; y al ministro del Interior, Brice Hortefeux. Además, se espera que mantengan su puesto François Baroin en Presupuesto, Luc Chatel en Educación, y Bruno Le Maire en Agricultura. El gobierno francés está compuesto por 20 ministros, sin contar el jefe de gobierno

La dimisión formal de Fillon y de todo su Gobierno sucede tras varias semanas de conjeturas sobre las posibilidades de que el ministro de Ecología, Jean Louis Borloo, encabezara el nuevo ejecutivo.

La línea de firmeza mantenida por Borloo durante las reiteradas y masivas manifestaciones y huelgas en contra de la reforma de las pensiones pusieron al ministro en cabeza de esas especulaciones, aunque Fillon ganó posiciones en esas conjeturas en las últimas jornadas.

La independencia con que se veía al primer ministro en relación con el inquilino del Elíseo jugaba en su contra, a juicio de los que han visto en el tan advertido plan de Sarkozy un intento por parte de éste de deshacerse de un rival que salía casi indemne de la quema por la fuerte oposición en la calle contra el proyecto de reforma de la jubilación.

Considerado por Sarkozy como plan fundamental de su mandato, en julio ya dijo ante millones de franceses en televisión que "a finales de octubre", con la ley de reforma de pensiones aprobada, se pondría manos a la obra en la remodelación del Gobierno.

¿Quién sale y quién entra?

Este anuncio dio pie durante meses a variadas especulaciones sobre los nombres de los que podrían llegar a ser no sólo jefe de Gobierno, sino titulares de las carteras de quienes han ido excluyéndose del futuro ejecutivo.

Entre éstos, principalmente el ministro de Exteriores, el socialista Bernard Kouchner, a quien se da por seguro como baja en el Gobierno a pesar de que en octubre mostrara su "lealtad" al presidente pocas horas después de que un semanario revelara su intención de dejar el puesto.

Kouchner, según la publicación 'Le Nouvel Observateur', al parecer había dirigido una carta a Sarkozy el pasado agosto en la que el ministro criticaba la "humillación" a la que supuestamente había estado sometido por parte del Elíseo.

Entre las figuras con cuya salida se cuenta está la ministra de Justicia, Michèle Alliot Marie, anterior responsable de Interior, mientras que unos comentarios de hoy mismo del ex primer ministro, Alain Juppé, daban a entender que formará parte del nuevo ejecutivo.

Nada se sabe de momento del destino de otros hombres claves del Gobierno saliente, como el titular de Empleo, Eric Woerth, utilizado hasta el último momento en los planes del Gobierno en la defensa de la reforma de las pensiones, a pesar de la polémica que envuelve desde hace meses su nombre por el escándalo Bettencourt.

Este nuevo Ejecutivo, o"gobierno de combate", como se le ha llegado a llamar en los medios franceses, entrará en funciones por lo tanto al tiempo que Francia asume la presidencia del G-20 y su presidente se dispone a intentar recuperar posiciones en las listas de favoritos de los franceses para una eventual, y aún no oficialmente confirmada, nueva candidatura al Elíseo.

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