Sin mili, sin servicios sociales

  • Alemania quiere terminar con el servicio militar obligatorio, pero de hacerlo las alternativas sociales también dejarían de producirse. Hospitales y guarderías observan con atención el proceso que les dejaría sin la ayuda de 60.000 voluntarios.
Alemania quiere terminar con el servicio militar obligatorio.
Alemania quiere terminar con el servicio militar obligatorio.
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Krista Kapralos | GlobalPost

(Frankfurt, Alemania). Alimentar a ancianos en asilos. Cuidar a niños en las guarderías. Preparar cajas de comida para enviarlas a los lugares en donde hay desastres naturales.

Eso es lo que harán unos 60.000 o más jóvenes alemanes cuando empiecen el mes que viene un periodo obligatorio de seis meses de servicios civiles como alternativa a seis meses de servicio militar. La paga será exigua y muchos de los trabajos no requerirán demasiado esfuerzo intelectual, pero esas tareas ayudarán a que el país siga funcionando; son parte de la infraestructura de un sistema de servicios sociales que cubre desde el momento del nacimiento hasta la muerte.

El largo debate abierto en la actualidad sobre si Alemania debería de seguir reclutando a jóvenes para cumplir el servicio militar (el "bundeswehr") podría significar también el fin de un generoso programa de servicios civiles.

El ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, está intentando convencer a los legisladores para que terminen con el servicio militar, que  entrena a jóvenes durante seis meses en técnicas de combate, en limpieza de armas y otras tareas. El servicio militar es obligatorio, a no ser que el llamado a filas sea un objetor, no pase las pruebas físicas o entre dentro de las otras muchas excepciones vigentes. En la actualidad, 250.000 sirven en el Ejército alemán, incluidos unos 72.000 reclutas.

La semana pasada Guttenberg presentó cinco opciones a la canciller Angela Merkel y a los legisladores alemanes. Las opciones van desde un Ejército con entre 150.000 y 210.000 soldados, siendo parte de ellos reclutas, hasta eliminar del todo el servicio militar.

Guttenberg, según un portavoz del ministro, está a favor de poner fin por completo al sistema del servicio militar obligatorio. Seguiría siendo parte de la Constitución del país, pero no se ejecutaría.

Se espera que los legisladores adopten una decisión al respecto este otoño.

Alemania figura entre los pocos países de Europa occidental que todavía siguen teniendo un servicio militar obligatorio. Austria, Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suiza son los demás.

El objetivo de Guttenberg es hacer más eficiente el Ejército alemán, según explica su portavoz. Los cambios que propone servirían además para ahorrar presupuesto destinado a defensa.

La parte negativa, argumenta Roland Hartmann, portavoz de la Oficina de Servicios Civiles, es que si se termina con el reclutamiento forzoso, el país podría acabar teniendo que gastar más dinero en servicios sociales.

"Si no hay obligación de ir al bundeswehr, todo se terminará", dice. "No sé qué harán los hospitales y guarderías".

Los vencedores Aliados prohibieron a Alemania crear un Ejército tras la II Guerra Mundial, pero la restricción se levantó durante la Guerra Fría, cuando los líderes antisoviéticos creyeron que un ataque del Este podría llegar a través de Alemania. Fue entonces cuando Alemania instituyó un servicio militar obligatorio para los hombres jóvenes. Los reclutas eran entrenados para defender las fronteras alemanas (las mujeres siempre han estado exentas).

Incluso durante aquellos primeros años Alemania ofrecía diversas oportunidades para que los objetores de conciencia pudiesen elegir servicios civiles en lugar de militares, explica Jackson Janes, director ejecutivo del American Institute for Contemporary German Studies.

Pero lo que fue inicialmente un compromiso de 18 meses con el servicio militar se fue reduciendo con el tiempo, y ahora los reclutas militares y civiles sólo sirven seis meses, lo que resulta poco tiempo para formar expertos.

Además, los reclutas que escogen servir exclusivamente los seis meses obligatorios no pueden ser desplegados sobre el terreno en misiones, aunque técnicamente todos ellos deben de cumplir con su deber de proteger al país. Muy pocos de los jóvenes que hacen el servicio militar obligatorio (tan pocos que el Ministerio de Defensa no tiene la cifra exacta) eligen quedarse más de seis meses, y quienes lo hacen probablemente se hubiesen incorporado a la carrera militar de manera voluntaria aunque no existiese el reclutamiento.

Los soldados alemanes que participan en misiones de la OTAN en el extranjero son todos voluntarios.

Este año unos 450.000 hombres estaban llamados a cumplir el servicio militar, según estadísticas del gobierno germano. Cerca del cuarenta por ciento de ellos se libraron por diversos motivos. Algunos no pasaron el examen médico y otros eligieron ser voluntarios con una brigada de bomberos local. Los universitarios que estudian determinadas materias, como Teología, se supone que tienen motivos de conciencia para no querer entrar en el Ejército y por lo tanto son excluidos de las listas de reclutas.

Del restante 60 por ciento, varios miles de hombres se libran de la mili por motivos de conciencia o porque eligen realizar servicios civiles. Al final, tan sólo el 16 por ciento de esos 450.000 hombres, unas 72.000 personas, terminan recibiendo formación militar.

La cantidad de jóvenes que optan por realizar servicios civiles es casi igual a los que eligen el servicio militar.

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