Isabel Saco
Ginebra, 18 mar.- Siria se ha convertido en un "mercado de la guerra", en el que grupos armados rebeldes parecen competir con las fuerzas gubernamentales en la ferocidad de sus acciones y las lealtades se pactan en base a los recursos y el dinero, afirmó hoy la comisión investigadora de la ONU sobre los crímenes en ese país.
De esta manera describió la comisión los principales cambios operados durante los últimos meses en el conflicto armado en Siria, que ha cumplido ya tres años.
"Es una guerra feroz y fragmentada donde hay muchas partes y se está produciendo una suerte de comercialización financiera del conflicto", declaró hoy en rueda de prensa Vivit Muntabhorn, uno de los cuatro miembros de la comisión.
El equipo -creado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en septiembre de 2011 con un mandato inicial de tres meses, pero que desde entonces no ha parado de funcionar- presentó un informe actualizado sobre la situación de los derechos humanos en Siria entre el 20 de enero y el pasado día 10.
La principal novedad en las indagaciones de este grupo de inminentes juristas es el peso que esta vez pone el documento en las atrocidades que cometen los grupos armados extremistas en Siria, en particular el Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL).
Según ha constatado la comisión, ahora operan en Siria "cientos de grupos armados", para los que ha creado cuatro categorías: moderados (incluidos algunos islamistas y armados de alcance local), islámicos que propugnan el establecimiento de la "sharia", radicales yihadistas (incluidos Al Nusra y EIIL) y armados kurdos, que en general limitan su actuación a su territorio (norte del país).
Sin embargo, aclaró Muntabhorn, "no se trata de una división lineal de grupos e ideologías. Nuestro análisis se sustenta en la lucha que hay entre varios grupos".
"Notamos una fluctuación de lealtades, muchas de las cuales se dirigen hacia donde hay recursos y dinero, como si fuese un mercado de la guerra", agregó.
Elementos extranjeros participan o están infiltrados tanto en el bando gubernamental como en el opositor, confirma la investigación.
Lo que resulta evidente es que en la etapa más reciente de la guerra civil los grupos radicales han aumentado sus crímenes, como ejecuciones masivas de detenidos, torturas y la utilización de niños en las hostilidades
Al Gobierno se le acusa de otras tantas violaciones de los derechos humanos y, entre ellas, el lanzamiento desde el aire de barriles repletos de explosivos es una de las que más repulsa internacional ha causado últimamente.
Esos recipientes suelen lanzarse desde helicópteros y "sin hacer ningún esfuerzo por distinguir los civiles de los objetivos militares", de acuerdo con el informe.
Los miembros de la comisión defendieron sus metodología de trabajo, asegurando que cuentan con cantidades enormes de información válida, que ya son fundamento suficiente para elevar el caso de Siria a las instancias jurídicas internacionales y que se juzgue a los responsables de crímenes de guerra y contra la humanidad.
"No nos basamos en YouTube", dijo el presidente de la comisión, Paulo Pinheiro, para luego aclarar: "Nos basamos en el conocimiento de nuestros investigadores", que son una veintena y aplican escrupulosos métodos de verificación.
Por su parte, la exfiscal de los tribunales internacionales para Ruanda y la antigua Yugoslavia Carla del Ponte consideró que la creación de una corte ad hoc para Siria sería el mecanismo más apropiado para juzgar las exacciones allí cometidas.
"Un tribunal ad hoc sería preferible porque podría tener su sede cerca de Siria, lo que facilitaría su trabajo y actividad, pero es el Consejo de Seguridad de la ONU el que debe tomar una decisión" al respecto, comentó.
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