Un niño soldado analfabeto que se graduó de abogado, premiado como hombre del año en Australia

  • Deng Adut hoy tiene 33 años. A los 6 fue obligado a luchar para el Ejército de Sudán del Sur y estuvo a punto de ser fusilado, pero la ONU lo rescató por milagro.

    En 1988 se instaló en Sidney como refugiado y aprendió a leer y escribir mientras trabajaba en una gasolinera. Ha creado una fundación que lleva el nombre de su hermano, asesinado en 2014 cuando evacuaba a civiles en su país natal.

Deng Abut, hombre del año.
Deng Abut, hombre del año.
Diego Caldentey
Diego Caldentey

Pocas historias de superación son tan loables y dignas de ejemplo como la de Deng Adut. Su vida refleja una línea ascendente desde las condiciones de infancia más adversas hasta el presente soñado, que lo ha convertido por estas horas en 'la persona' de Nuevo Gales del Sur, Australia.

Este hombre, que hoy tiene 33 años, acaba de recibir con los ojos llorosos el premio de 'Hombre del año' de manos del primer ministro Mike Baird. El hecho ha despertado la atención de decenas de medios internacionales. 

A los seis años, Deng trabajaba en la granja donde su familia cultivaba plátanos en Sudán del Sur. Pero fue reclutado a la fuerza por el ejército de su país. Le apoyaron una pistola en la cabeza para obligarlo a combatir por una bandera, como a tantos otros menores. Tuvo que luchar como soldado cuando apenas medía poco más de 1,40 metros.

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No sabía leer ni escribir, pero le obligaron a portar un fusil. A los 12 años estuvo a punto de ser fusilado en un paredón, pero fuerzas de la ONU pudieron rescatarlo de los campos de batalla. En 1988 se estableció en el oeste de Sidney y se convirtió en refugiado australiano.

Ahora, desde un atril, es capaz de decirle al mundo, mientras recibe orgulloso su galardón como 'man of the year': "Me negaron por la fuerza el derecho a ser un miembro más de mi tribu. Tuve que esperar hasta que me hice ciudadano australiano para saber que yo también pertenecía a ellos", ha manifestado en un alegato conmovedor para dejar bien claro que no olvida sus orígenes.

De aquel pasado de analfabeto y niño de la guerra transcurrieron menos de tres décadas. Aprendió a leer y escribir en las horas muertas, mientras trabajaba en una gasolinera del condado de Blacktown en el turno noche.

Este hombre de raza negra y mirada profunda finalmente ha conseguido graduarse como abogado en la Universidad de Sidney Oeste. A lo largo de los últimos años se ha dedicado a asesorar, sin ánimo de lucro, a decenas de compatriotas suyos de Sudán del Sur que intentan escapar del hambre, la miseria, la guerra y las medidas despóticas que les mantienen encerrados dentro del país africano.

Y va por más: ahora estudia en la Universidad de Wollongong para obtener su segunda maestría en leyes, esta vez en la especialización de enjuiciamiento criminal.

La ceremonia de entrega del premio ha tenido lugar este lunes en el Museo de Arte Contemporáneo australiano. El primer ministro de Nueva Gales del Sur, Mike Baird, explicó por qué el país ha decidido otorgarle semejante distinción a Adut: "Representa lo mejor de la población, que hace que nuestro país sea grande. Canalizó su éxito para ayudar a cientos de personas en la comunidad sudanesa del estado a navegar a través de el sistema jurídico australiano", ha manifestado.

Uno de los fragmentos más emotivos de su discurso fue cuando el premiado dijo a los presentes en el acto que una persona no era australiana porque nace en Australia, sino porque Australia nació en ellos. "Soy un australiano por el resto de mi vida", manifestó Deng con la voz resquebrajada por la emoción.

Deng Adut es co-fundador de AC Law Group, un bufete de abogados con oficinas en Sydney, Redfern y Blacktown. Se especializa en el asesoramiento jurídico a jóvenes que padecen problemas económicos para poder solventar un patrocinio legal. A él le pagan con bonos solidarios. El pasado 27 de octubre fue galardonado con la medalla de la NSW Law Society de su país en reconocimiento a su contribución a la ley y la justicia en la comunidad.

Cuando este lunes recibió el premio, en un momento el abogado dirigió su mirada hacia arriba. Era el recuerdo también a su hermano mayor John Mac Acuek, quien a los 42 años murió asesinado en 2014 intentando evacuar a civiles atrapados en la lucha en Sudán del Sur. A raíz de esa perdida, Deng Adut creó la fundación de John Mac para proporcionar becas de educación superior a estudiantes refugiados.

Baird ha definido a Adut como "una prueba viviente de lo que la gente puede lograr cuando se les da la oportunidad y como nación compartimos nuestra suerte".

"Mi auténtico y honesto temor es lo que le sucederá a Australia si cerramos nuestras puertas a personas como Deng, ya sea por miedo o por ignorancia", ha agregado el político en su discurso del Día de Australia este año. 

"Tenemos la opción de continuar en el camino que llevó a esta nación a dónde y quiénes somos hoy, o podemos dejar que el miedo nos ciegue y el odio nos infecte", ha concluido y la ovación en el auditorio retumbó más fuerte que nunca.

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