Sólo un 18% de los ucranianos del este apoya una posible secesión

    • Aunque el oeste lidera el apoyo a la unidad del país, un 70% de los ciudadanos orientales siguen queriendo pertenecer a él, incluida parte de la población que sólo habla ruso.
    • Casi ocho de cada diez ucranianos quieren que el país mantenga sus fronteras y no permita la independencia de otras regiones, aunque el apoyo a Crimea varía en este y oeste.
Panorama de Ucrania según su interés por la secesión
Panorama de Ucrania según su interés por la secesión
Pew Research Center

Que Ucrania sufre divisiones internas reseñables no es ninguna sorpresa para la comunidad internacional, que en las últimas semanas ha asistido a intensos enfrentamientos entre prorrusos y partidarios de Kiev en varias regiones del este de Ucrania, además de a varias convocatorias de referéndums separatistas. Sin embargo, un informe del Pew Research Center divulgado este jueves desmiente que la mayoría de los ucranianos quieran dejar de formar parte de un mismo país y adherirse a Rusia.

Según los datos difundidos por el centro de investigación estadounidense, sólo un 18% de los ciudadanos del este, donde se encuentran algunas de las regiones más conflictivas como Donetsk, Lugansk o Jarkov, apoyan la secesión de algunas zonas del país.

El rechazo a la separación es más evidente en la parte más occidental del país -alrededor de Kiev y en la frontera con Polonia, Eslovaquia y Hungría-, donde un 93% de los encuestados quieren permanecer tal y como están, frente al 70% de los orientales que lo prefieren. Llama la atención, además, que un 58% de los ciudadanos del este que sólo hablan ruso sigan apostando por una Ucrania unida.

En general, el informe, que también incluye a los sondeados que dijeron no tener opinión, revela que un 77% de los ucranianos quieren seguir siendo un único país. Los que desean que se permita a otras regiones que se independendicen son apenas uno de cada diez (un 14%), como muestra el siguiente gráfico tomado del estudio.

La situación, evidentemente, es muy distinta en Crimea, que tras su anexión a Rusia apoya que se permita la secesión de algunas regiones ucranianas (un 54% de los ciudadanos así lo mantiene). Sólo un 12% cree que el país debería seguir unido, frente a un curioso 34% que se niega a dar su opinión o dice no tenerla.

A los más de 1.600 sondeados por el Pew Research Center también se les preguntó sobre otros asuntos candentes en la zona, incluido el referéndum crimeo que condujo a la anexión no reconocida de la región a Rusia. Seis de cada diez ucranianos consideran que el proceso no fue justo.

Aquí vuelven a percibirse diferencias sustanciales en función de la proximidad geográfica a Moscú, ya que un 84% de los residentes en el oeste no lo reconocen, un porcentaje que en el este desciende al 44%. Los habitantes de Crimea, por su parte, se muestran claramente satisfechos con el proceso: nueve de cada diez creen que la consulta fue justa y un 88% piden a las autoridades ucranianas que reconozcan los resultados.

Otro dato interesante presente en el informe es la opinión que los encuestados, sean del este o del oeste, tienen del sector de ultraderecha, ya que seis de cada diez coinciden en que su influencia es negativa (65%). Casi nadie en el oeste (un 34%) o en el este (7%) considera que el llamado Pravy Sektor tenga un impacto positivo en el país, aunque su valoración en algunas regiones del oeste es más benévola (un 42% considera que su influencia es "algo" positiva).Falta de confianza en el nuevo gobierno

Pese a que las regiones del este y del oeste no comparten algunas apreciaciones culturales -seis de cada diez ucranianos orientales creen que sólo el ucraniano debería ser el idioma oficial, mientras que los occidentales (un 77%) apuestan por que comparta estatus oficial con el ruso-, ambas muestran una patente falta de confianza hacia el nuevo Ejecutivo presidido por Alexander Turchínov.

Cuatro de cada diez ucranianos creen que la gestión del gobierno está siendo mala, un resultado poco halagüeño para un gabinete recién estrenado. La falta de liderazgo político es un problema que preocupa tanto en el este (71%) como en el oeste (55%).

La desconfianza es más patente en las regiones orientales que en las occidentales (un 67% de los ciudadanos del este cree que su actuación está siendo mala, frente a un 28% de los del oeste).

Las opiniones están más divididas en relación con las próximas elecciones presidenciales del 25 de mayo, que se celebrarán con más confianza de imparcialidad en el oeste que en el este; y respecto al fortalecimiento de las relaciones con la UE, la cuestión que dio origen a las protestas contra Víktor Yanukóvich y que importa más en el oeste (68%) que en el este (21%).

La encuesta también se realizó entre población rusa, a la que se preguntó sobre su confianza en su presidente, Vladímir Putin, en la gestión de la crisis ucraniana. Ocho de cada diez ciudadanos aseguraron que Putin está tomando las decisiones correctas, un porcentaje que se ha incrementado en relación con la última vez que el centro de investigación les hizo esta pregunta (en 2012 esta confianza era del 69%).

La visión de Putin, no obstante, cambia radicalmente en Ucrania, dondesólo un 23% de los sondeados manifiestan confiar en el presidente. En este caso, la tendencia de invierte: el porcentaje de ucranianos que se fiaban de su criterio en 2007 era de un 56%.

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