El nuevo jefe de la policía de Ferguson sufrió en sus carnes la violencia racial

  • Delrish Moss, oficial afroamericano, asumió la dirección de la Policía de la ciudad de Ferguson casi dos años después de la muerte de un afroamericano a manos de un policía blanco.

    De adolescente, la policía le registró sin motivo y más adelante participó en las revueltas generadas por la paliza mortal que recibió un motociclista negro a manos de un policía blanco.

Tras ser testigo del acoso racial, ahora luchará contra la discriminación en Ferguson
Tras ser testigo del acoso racial, ahora luchará contra la discriminación en Ferguson

“Venga, a trabajar”, así de contundente finalizó Delrish Moss su juramento como nuevo jefe de Policía de Ferguson, la ciudad estadounidense tristemente conocida por las revueltas violentas que se produjeron en 2014 tras el asesinato del joven Michael Brown, que recibió seis disparos de un policía blanco que lo señaló como sospechoso de un robo.

La muerte de Michael Brown conmocionó a la ciudad de Ferguson y al país entero. EEUU salió a la calle y las protestas raciales se multiplicaron por la nación. Una nación que antes se jactaba de haber dejado la brutalidad de la segregación décadas atrás, comenzaba a preguntarse si realmente es así.

En Fegusson, donde en la actualidad el 67 por ciento de la población es negra, nunca hubo un intendente negro. No solo eso. Sólo 1 de los 6 concejales que gobiernan es negro y apenas 3 de los 53 policías locales son negros. De ahí que el nombramiento del primer afroamericano como director de la policía de la ciudad de Ferguson sea hoy una noticia de alcance.La policía de Ferguson es acusada de violencia racial y acoso

Delrish Moss tendrá una dura tarea para restaurar la confianza en esta ciudad de Missouri, donde una investigación federal mostró una situación alarmante de las fuerzas del orden, acusadas de racismo, acoso a jóvenes negros y brutalidad innecesaria.

Moss, de 51 años, ganó su reputación en la policía de Miami. Sustituye a Tom Jackson, quien renunció el año pasado después de que un informe del Departamento de Justicia mencionara el "sesgo racial" en el sistema de justicia criminal de Ferguson.Vio de pequeño cómo la policía mataba a uno de sus amigos

El nuevo jefe policial prometió más diversidad en una institución que sirve a una ciudad en la que dos tercios de la población es afroamericana. Su elección es un halo de esperanza para esta localidad cuyo jefe de policía sufrió el racismo en su piel.

De pequeño, la policía mató a uno de sus amigos. De adolescente, la policía le registró sin motivo y más adelante participó en las revueltas generadas por el la paliza mortal que recibió un motociclista negro a manos de un policía blanco. “Vivía en Overtown cuando la localidad estuvo en llamas. Uno ve la destrucción", había declarado Moss a principios de marzo al periódico Miami Herald. "Las personas más perjudicadas no son la policía ni los negocios en las afueras de la zona, sino las personas que viven ahí, y yo pertenecía a una de esas familias".Acostumbrado a trabajar en zonas de alta delincuencia

Moss, de 51 años, se integró a la policía de Miami en 1984, en la que ascendió de rango de manera constante. Trabajó algún tiempo en la unidad de homicidios, según su cuenta de LinkedIn, antes de asumir las relaciones públicas con la prensa y la comunidad hace 20 años. Su cargo implica ocuparse de los medios noticiosos e interactuar con dirigentes comunitarios en la ciudad, en particular en zonas de alta delincuencia como el vecindario Liberty City, según el departamento.

Después de que se convirtiera en finalista para el cargo de jefe de la policía en Ferguson, Moss ha dicho que tiene capacidad para hacer sanar las heridas en esa ciudad de Missouri e ideas no le faltan. “Quiero poner en marcha un programa de consejos”, explica en una entrevista en The New York Times. “Quiero poner en marcha un liga en el cuerpo. He hablado con los directores del programa Do the Right Thing en Miami y ponerlo en marcha en Ferguson. Vamos a poner en marcha iniciativas como charlas con los residentes y dueños de establecimientos”.

Delrish Moss empieza un nueva etapa personal y profesional. Cambia las playas de Miami por el asfalto de una ciudad en el centro de EEUU que sacó los colores al país y prendió la llama tóxica del racismo, la violencia, la policía militarizada y un poder político incapaz de enfrentarse a una crisis social, hasta ahora. Su primera frase como jefe lo resume todo: vamos, a trabajar.

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