Zhao Mai es una mujer afortunada. Su marido, Yin Yunfeng, soldado chino destinado en el Tibet, le ha dejado preparada comida para todo un año. El motivo no puede ser más amoroso "para que le sea la vida más fácil". Por si esto fuera el encantador esposole ha dejado dulces escondidos por la casa para que no olvide lo "mucho que la quiere". Lo cierto es que el militar ha dado lo mejor de sí mismo en un menú para 365 días: 150 litrosde sopa de fideos, más de1000gyozas ycientosde platos de distintas carnes y verduras repartidos minuciosamente en raciones individuales.
Yin Yunfeng pasa mucho tiempo fuera de casa. Gajes del oficio. El soldado sabe que su mujer, de profesión maestra, pasaba demasiado tiempo dando clases en el colegio y después corrigiendo exámenes en casa. "Estás tan centrada en tu trabajo y tienes tanto que leer cuando llegas a casa que quiero hacer tu vida mucho más sencilla", ha explicado el diligente esposa en una carta dirigida aZhao Maique publicaMirror.
Con tanto amor -culinario- el congelador del hogar de los Yungfeng-Mai se hizo pequeño. Tuvo que recurrir a la nevera del vecino.
La afortunada esposa ha confesado que las 'comiditas' de su marido no sólo "le salvan el día", sino que le hacen recordar "cuánto me quiere". Objetivo cumplido. "De cierto modo cada vez que como siento que él está conmigo", asegura risueña. "Yo sabía que ser la mujer de un soldado iba a ser complicado, pero nunca imaginé que lo fuera tanto. La separación es muy dura, y esto me ayuda a sobrellevarlo mejor.", reconoce.
Pero aún hay más. YinYunfeng ha escondido pastelillos por toda la casa. El soldado llama frecuentemente a su esposa y da algunas pistas sobre cómo encontras las golosinas en un juego tan dulce como el amor de esta parejita china.
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