Una amenaza de bomba hace desalojar una escuela en Amberes

La última hora sobre la situación en Bélgica venía marcada por el desalojo de una escuela en la ciudad de Amberes por amenaza de bomba. Una prueba más de que la ciudad se encuentra inmersa en el terror ante un posible atentado terrorista.

Las autoridades se desplazaban de manera urgente hacia un colegio de la ciudad de Amberes. La escuela había recibido una llamada asegurando que dentro había un artefacto y que este estallaría a las 12:00. El colegio ha sido desalojado con rapidez, sin embargo, todo ha quedado en una falsa alarma.

Tercer día consecutivo en estado de alerta máxima ante un posible e "inminente" ataque terrorista en Bruselas. El corazón de Europa se encuentra paralizado desde el pasado sábado. Si bien las grandes medidas, y además excepcionales, se llevaban a cabo en la capital belga, la amenaza de bomba en una escuela en Amberes, ha hecho que salten las alarmas en las ciudades más cercanas a Bruselas.

Si bien las ciudades cercanas a la capital como Gante, Amberes o Brujas amanecían tranquilas durante el fin de semana, la presencia policial estaba presente en las calles donde los tanques se convertían en vehículos de los más normal en las vías.

Sendas redadas en la noche del domingo

La operación policial contra elyihadismorealizada enBélgicaeste domingo ha tocado a su fin, según la prensa local.16 sospechosos de terrorismo habrían sido detenidos, de los que uno habría resultado herido en el transcurso de la operación, según ha informado la fiscalía, pero ni rastro deSalah Abdeslam.

Frederick Van Leeuw, Fiscal Federal de Bélgica, ha confirmado que la macro operación contra el terrorismo yihadista en diferentes localidades deBruselas, se han efectuado hasta 16 detenciones.Además, los medios locales precisan que se han realizado otras operaciones a lo largo del país.

Las fuerzas policiales belgas cortaron las calles situadas en el entorno de la Grand Place de Bruselas, justo en el centro de la capital.Del mismo modo, pidieron a los vecinos que no se asomasen a las ventanas y solicitaron a las personas que se encontraban en hoteles que permaneciesen en sus habitaciones mientras se desarrollaba la operación.

Los medios de comunicación locales guardaron un silencio total durante la operación. Las autoridades belgas así lo solicitaron, para evitar que se pusiese en peligro la vida de los policías al conocerse los movimientos a través de la prensa y de las redes sociales.