Vietnam y Filipinas tienen un enemigo común: China

  • Hasta seis países asiáticos coinciden en sus reclamos sobre el Mar del Sur de China. Si hay algo que llame la atención de todos es el petróleo, el gas y los minerales de la región. La situación no deja de calentarse y Pekín, desafiante, no rebaja sus exigencias y se niega a que haya mediadores en el conflicto.
Hasta seis países asiáticos coinciden en sus reclamos sobre el Mar del Sur de China.
Hasta seis países asiáticos coinciden en sus reclamos sobre el Mar del Sur de China.
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Kathleen E. McLaughlin, Pekín (China) | GlobalPost

En medio de la creciente disputa sobre las aguas territoriales en el Mar del Sur de China, los rivales de Pekín están jugando con una idea simple: cambiar el nombre del mar.

Una campaña de Vietnam para cambiar el nombre del Mar del Sur de China por el del Mar del Sudeste de Asia está ganando adeptos. Mientras tanto, las Islas Filipinas tienen otra propuesta.

"Cuando la gente sigue refiriéndose al Mar del Sur de China, hay un mensaje subliminal de que este mar es del país que aparece en el nombre", ha dicho recientemente el comodoro Miguel José Rodríguez, portavoz de las Fuerzas Armadas a un diario filipino. "Nosotros en Filipinas deberíamos llamarlo el Mar del Oeste de Filipinas".

Al parecer, un número creciente de partidarios creen que los nombres significan mucho cuando se habla de territorios. El petróleo, el gas y la riqueza mineral potenciales en las islas Spratly y Paracel (el corazón de la disputa territorial entre China y sus vecinos del Mar del Sur). En China, esas islas son conocidas desde hace mucho tiempo como las Islas Nansha y Xisha.

Sin embargo, la cuestión del nombre tan sólo roza la superficie de la grave tensión que se ha vivido en las últimas semanas entre China y sus vecinos, y, potencialmente, EEUU. El lunes, Vietnam, irritado por lo que ha catalogado como una interferencia agresiva de barcos chinos en sus aguas, realizó durante nueve horas simulacros con fuego real en la zona. China acusó a Vietnam de interferir en su soberanía y negó estar instigando un ataque.

En Vietnam han estallado protestas ciudadanas que no se habían visto nunca. La razón: protestar contra las acciones de China.

Mientras tanto, un político filipino está llamando a hacer un boicot nacional a los productos fabricados en China para responder al "acoso" de Pekín.

Seis países han presentando reclamaciones respecto a la soberanía de las islas y del suelo marítimo en el Mar del Sur de China, pero China exige mucho más que cualquier otro y ahora parece que está trabajando para consolidar un mayor alcance. Los expertos dicen que sus últimas disputas con Vietnam y con las Islas Filipinas son un indicio más de la postura cada vez más agresiva de China en asuntos regionales y mundiales. La pregunta ahora es cómo calmar la situación, cuando ha llegado a un punto en que parece probable que EEUU se involucre.

Por su parte, China parece estar culpando a sus vecinos del conflicto. Sin embargo, al mismo tiempo, los chinos están ofreciendo mensajes contradictorios con una campaña que publicita sus encantos en la región y que pretende calmar los temores sobre una potencial agresión.

"Teniendo en cuenta su adhesión al desarrollo de buenas relaciones con sus vecinos asiáticos, China no está dispuesta a tener problemas por las disputas territoriales marítimas", dice el periódico oficial chino. "A nuestro pesar, la buena voluntad y la tolerancia de China parecen haber caído en saco roto. Tanto Filipinas como Vietnam han elegido provocar nuevamente a China sobre este tema".

Pero la disputa va más allá. Vietnam busca el apoyo internacional, mientras que China pidió el martes que otros países (EEUU en concreto) se ocupen de sus propios asuntos. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que la posición de China sobre el mar había sido "clara y consecuente".

"Esperamos que los países no relacionados con las disputas sobre el Mar del Sur de China respeten los esfuerzos que están haciendo los países directamente involucrados para resolver la cuestión mediante negociaciones directas", ha dicho Hong Lei, el portavoz del Gobierno chino.

Yan Xuetong, director de estudios internacionales en la Universidad de Qinghua, ha declarado en una entrevista que las relaciones entre China y EEUU sólo se verán afectadas si Washington se muestra provocador sobre el tema. La visita que hará la secretaria de Estado a China a finales de este mes, será importante, en parte, por el conflicto en el Mar del Sur de China.

"No creo que por el momento Washington se involucre demasiado en este caso", opina Yan.

Li Jiming, un experto en el tema en la Universidad de Xiamen, está de acuerdo. "Tenemos que sentarnos y mantener negociaciones bilaterales, los países vecinos deben tener en mente el mantenimiento de la paz. Ninguna de las partes se beneficiará si la situación se tensa más", reflexiona Li.

"Una negociación multilateral sólo puede hacer que la situación sea más complicada. No hay mucho que pueda hacer EEUU".

Mientras tanto, algunos analistas prevén más conflictos en medio de lo que parecen ser mensajes contradictorios de China. En un ensayo publicado el domingo en The Diplomat, Minxin Pei desde el Centro Carnegie para la Paz Internacional, describió el conflicto como "peligrosamente al borde de recrudecerse".

"Llegados a este punto, lo último que quiere China es un choque frontal y potencialmente peligrosos con Vietnam", explica Minxin. "Pero al mismo tiempo, Pekín también tiene que demostrar que no cederá en el conflicto territorial".

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