Yemen busca atraer turistas en medio de la gran inseguridad del país

  • Los miembros de Al Qaeda de la Península Arábiga aterrorizan a Yemen y gran parte del mundo, como con el pasado atentado fallido del día de Navidad en el vuelo a Detroit, existen conflictos armados entre distintas regiones del país y los atentados contra turistas -entre ellos ocho españoles en 2007- se han sucedido en los últimos años. El ministerio de Exteriores español desaconseja viajar a este país vehementemente, pero el Gobierno yemení no se rinde y quiere promover otras realidades del país: sus Patrimonios de la Humanidad declarados por la UNESCO y algunos destinos playeros que de por sí suenan idílicos.
La ciudad antigua de Saná (capital de Yemen) es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO (Imagen: Ai@ce, Flickr)
La ciudad antigua de Saná (capital de Yemen) es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO (Imagen: Ai@ce, Flickr)
Ai@ce, Flickr
Haley Sweetland Edwards | GlobalPost

(Saná, Yemen). Yemen es uno de los lugares más hermosos que probablemente jamás visitarás.En el norte y el este del país, las ciudades amuralladas de Saná y Shibam, ambas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se levantan sobre el desierto, llenas de filigranas y adornadas con gravados como si fueran un pastel de bodas. En el oeste y el sur, las antiguas ciudades portuarias de Zabid y Aden, escarpadas y eternas, se extienden sobre playas de arena blanca, con aguas turquesas y una vida marina que dejaría sin palabras al más fanático de los buceadores.

"Yemen es un lugar perfecto para el turismo. Tenemos historia, cultura, ciudades milenarias, playas y aventuras", afirma el viceministro de Turismo de Yemen, Omar Babelgheith. "Yemen debería ser el nuevo Egipto, un destino internacional en Oriente Medio".

Puede parecer una broma imaginarse un paraíso de vacaciones en un lugar que es famoso por luchar contra Al Qaeda, tener conflictos con insurgentes locales, además de una enorme pobreza e inestabilidad política. Sin embargo, nadie está para bromas en el ministerio de Turismo.

Yemen tiene un desempleo del 35 por ciento, un alto crecimiento de la población y ha vivido una drástica caída de los ingresos petroleros –la columna vertebral de su PIB- de 2.000 millones de dólares (1.570 millones de euros) en los dos últimos años.

Por eso, el Gobierno yemení ha decidido recurrir al turismo como fuente potencial de su salvación económica. "El turismo es el único sector sostenible en Yemen", afirma Babelgheith. "Tenemos recursos naturales e históricos para atraer a millones de personas. Podría ser una iniciativa de éxito económico y de futuro para Yemen".

El sector turístico representa entre un 1 y un 2 por ciento del PIB - el turismo egipcio aporta casi un 11 por ciento- después de que el Gobierno realizara millonarias inversiones para expandir el sector, añade Babelgheith.El año pasado, el ministerio de Turismo participó en 13 ferias en ciudades europeas y asiáticas para destacar el potencial turístico del país. En 2006 lanzó –en conjunto con la Comisión Europea- el Instituto Nacional de Hostelería y Turismo de Saná para formar a los futuros guías de turistas y propietarios de hoteles.

El ministerio tiene objetivos ambiciosos. Espera atraer 1,5 millones de turistas de aquí a 2015, señala Babelgheith, casi un 50 por ciento más que en 2009, cuando llegaron al país unos 900.000 turistas, según las cifras oficiales. Yemen contabiliza como turista a prácticamente cualquier persona que visite el país, independientemente del motivo. Esto incluye a los yemeníes que viven en el extranjero, empresarios, estudiantes y algunos cooperantes de ONG.

El gran problema es, obviamente, la delicada situación de la seguridad. Yemen actualmente combate a un grupo separatista en las provincias del sur y este del país, mantiene una guerra intermitente con los rebeldes huthi en la zona norte y un tercer conflicto a gran escala con Al Qaeda en la Península Arábiga.Yemen acaparó los titulares de prensa el pasado día de Navidad, cuando el grupo de Al Qaeda en la península se atribuyó el atentado contra un vuelo con destino a Detroit. Hace un par de semanas, Yemen volvió a ocupar las portadas por un atentado suicida contra el embajador británico en Saná.

Los problemas de los funcionarios de turismo incluyen una serie de ataques terroristas, dirigidos específicamente contra turistas. En 2007, ocho españoles fueron asesinados en un ataque suicida cerca de la ciudad de Marib, en el desierto de Hadramout, en el este del país. Seis meses más tarde, dos belgas morían en una zona cercana.

En marzo del año pasado, cuatro turistas coreanos murieron en un ataque suicida mientras fotografiaban la puesta de sol en Shibam, un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y en junio, siete alemanes, un británico y un surcoreano fueron secuestrados en Saada, una provincia del norte del país. Días más tarde aparecieron tres cuerpos, los otros seis siguen desaparecidos. Ninguna organización se ha atribuido los ataques.

La mayoría de los gobiernos occidentales ha emitido advertencias sobre viajes y desplazamientos a Yemen si no existe un "motivo justificado". El Ministerio de Asuntos Exteriores de España desaconseja por completo viajar a Yemen en la actualidad.

"Se recomienda, no viajar al Yemen. En la actualidad existe un elevado riesgo de que se produzcan atentados terroristas indiscriminados en el país", asegura la recomendación en la página web del Ministerio."Las provincias de Sa'ada, Amran, Hajjah y Al Jawf deben evitarse a toda costa por ser zonas de guerra. Las provincias del Hadramaut, Marib, Shabwa y Abyan se desaconsejan totalmente por ser peligrosas para turistas, por riesgo de secuestros o de atentandos terroristas", añade la advertencia.

En todo caso, los turistas que visitan Yemen no pueden salir de la capital sin autorización del Gobierno. Además no pueden recorrer innumerables áreas debido a las amenazas de secuestro. Precisamente ayer mismo las autoridades saudíes y yemeníes liberaron a dos niñas alemanas secuestradas en Yemen desde hace prácticamente un año.

"La gente oye malas noticias –muerte, ataques terroristas, secuestros- y ¿qué cree que sucede? No viene nadie", afirma Ahmed Baider, cuya familia ha gestionado el hotel Tak Talha y una agencia de viajes durante más de 20 años. "Conocemos gente que ha tenido que vender las camas de sus hoteles para pagar el alquiler del lugar".

El turismo en Yemen, que fue relativamente activo a finales de los años 90, se frenó casi por completo tras el ataque al portaviones USS Cole en Adén en el año 2000 y los acontecimientos del 11 de septiembre, explica Baider. El número de turistas en su hotel creció ligeramente entre el 2005 y 2007, pero volvió a caer después de la muerte de los turistas españoles en Marib. Los expertos del sector prevén que siga cayendo el número de visitantes a Yemen durante el próximo verano y el otoño como consecuencia de la cobertura internacional del atentado de la Navidad pasada.

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