Zapatero compensa a Jiménez con la cartera de Exteriores

  • Después de haber perdido las primarias madrileñas contra Tomás Gómez, Zapatero ha querido premiar a su gran derrotada con la cartera de Exteriores. Su experiencia al frente de la Secretaría de Estado para Iberoamérica antes de ser ministra de Sanidad, además de su condición de jurista internacional, justifican esta decisión. Sus tareas inmediatas estarán en Venezuela, Cuba y los cooperantes secuestrados en el Magreb.

Caricatura de Trinidad Jiménez
Caricatura de Trinidad Jiménez
Raúl Arias

Trinidad Jiménez lleva unos meses revueltos en su agenda política. Este verano se postuló como la candidata de Zapatero a las elecciones primarias del PSOE en Madrid para quitar de en medio a Tomás Gómez, el candidato que anteriormente había apoyado el presidente de Gobierno.

Pero tras su sonada derrota, que se ha interpretado más como el fracaso de su socio de Nueva Vía que propio, Zapatero parece querer compensar el mal trago. ¿Y qué mejor premio que la cartera de Exteriores para una jurista internacional como Jiménez?

Antes del año y medio que lleva al frente del ministerio de Sanidad afrontando también en territorio español un asunto de trascendencia internacional como la pandemia de la Gripe A, Trinidad Jiménez ya había sido secretaria de Estado para Iberoamérica.

Dicen que su sueño era llegar a ministra de Asuntos Exteriores. Y ahora por fin se cumple.

Tareas heredadas: Cuba y Venezuela

Frente a ella, Jiménez tiene como tarea inmediata resolver la polémica y tensión diplomática creadas por la defensa del Gobierno de Hugo Chávez a favor del presunto etarra Arturo Cubillas, adoptado por Venezuela.

Por otra parte, pronto tendrá que convencer a la Unión Europea de cambiar la llamada "Posición Común" frente a Cuba, un proyecto casi personal iniciado por Miguel Ángel Moratinos con el que, por otra parte, ni el Partido Popular ni la mayoría de cubanos exiliados en España están de acuerdo. Además, el régimen castrista ha anunciado la liberación de más presos políticos, además de los 52 acordados con la mediación de Moratinos. Algunos de ellos podrían ser acogidos en España.

Otro asunto de menor envergadura, pero que trae cola, es la resolución de la problemática con Argentina por compatriotas rechazados en la aduana de Barajas.

De Moratinos no se sabe todavía qué será, pero tras seis años al frente de la cartera de Exteriores, Zapatero retira de la primera línea a uno de los diplomáticos más experimentados del país. Jiménez tendrá, entre otros, el reto de emular a su antecesor en su valorado papel como mediador en el conflicto palestino-israelí en los años 90.

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