OPINION

Un 'lifting‎ sin cirugía' en directo para subir la audiencia de Emma García

EMMA GARCÍA ABRE LOS OJOS TELECINCO
EMMA GARCÍA ABRE LOS OJOS TELECINCO

Telecinco decidió cancelar El Gran Debate a pesar de sus buenos rendimientos de audiencia. Sólo siete días después, la tertulia política de Jordi González fue sustituida por un magazine denominado Abre los ojos y mira. Y miramos, pero no gustó demasiado. Es más, fue un fracaso de audiencia.

Ayer se emitió la tercera edición de este espacio. Sin embargo, en estas tres semanas, Emma García ha presentado tres Abre los ojos y mira diferentes. Cada edición ha sido distinta. Y es que, tras los malos datos de share, los responsables de la productora del espacio, la misma que Sálvame, han ido rehaciendo la escaleta del formato para seducir al público. Lo malo: utilizan los ingredientes monotemáticos de siempre. De hecho, ayer el prime time de Telecinco parecía contar con otro Sálvame Deluxe. Eso sí, más edulcorado.

De esta forma, anoche, Emma García tiró de una entrevista rosa al hijo menor de Carmina Ordoñez, habló con el omnipresente Mario Vaquerizo, expulsó a uno de los participantes del aburrido reality de adelgazar (ya relegado a última hora del show) y, además, moderó un manoseado debate sobre cirugía estética, tema que funcionó muy bien en la despedida de El Gran Debate.

No obstante, García dio un paso más allá y mostró como se realizaba un 'lifting sin cirugía' en directo. Incluso, mientras los tertulianos debatían, una ventana abierta (en la esquina de la pantalla) mostraba como la paciente era pinchada en la cara.

Resultado de los últimos cambios: el programa ha subido ligeramente y, por primera vez, supera la barrera psicológica del diez por ciento de share, con un 10.3 por ciento. La Sexta Noche, en un canal más pequeño, le sigue cerca con un 10.2 por ciento de cuota. Lejos todavía quedan los datos con los que se despidió El Gran Debate, que rozaban el 20 por ciento.

Abre los ojos y mira venía de fábrica con un valor añadido para las necesidades empresariales de la cadena principal de Mediaset: se trata de un contenedor de contenidos muy versátil y no necesita estar atado exclusivamente a la política o la turbulencia social, como su predecesor. Y lo de versátil lo está demostrando.

En cambio, a pesar de esta ventaja, no está calando entre las audiencias mayoritarias. Hasta se han incorporado cambios en el decorado para llegar a más gente: el suelo ha dejado de ser oscuro y ahora está pintando de un luminoso blanco, dando más amplitud a la puesta en escena.

Pero, ¿por qué Abre los ojos no es tan infalible con el espectador fiel de Telecinco? Para empezar, no se puede vender que estamos ante un programa innovador cuando, en realidad, el público se encuentra con un remix edulcorado de La Noria, Salsa Rosa, El Gran Debate y de las dietas a gordos que se hacían en El Diario de Patricia. Sólo falta un polígrafo (y tiempo al tiempo).

El espacio no ha aportado nada nuevo y todo parece ya visto antes, hasta las declaraciones de los entrevistados. Es complicado encontrar el interés en ver un eterno desfile de personas desconocidas siendo pesadas en una báscula o conectar con una charla demasiado fría al invitado de turno.

Al final, por encima de la disposición de los contenidos en la estaleta, también es importante la personalidad del espacio. Y en personalidad Abre los ojos y mira anda escaso. Estamos ante un programa olvidable, vacío, intercambiable. Se nota que ha sido improvisado. De momento, lo más creativo del espacio es su sintonía, con Emma García caminando a lo Alicia en el País de las Maravillas. Porque, por lo demás, el rol de Emma es un problema para el programa, pues no está aún cómoda. Y se nota. Lo transmite.

La presentadora sola ante el peligro, sin hombres, mujeres y viceversa, no encuentra su lugar protagonista en el plató. Intenta quitarse su coraza y ser más natural, pero sin éxito. Y un magazine nocturno de esta duración, y con estas características, está vendido al carisma, reflejos y magnetismo de su maestro de ceremonias. Emma García necesita más arrojo, no ser tan previsible y olvidar poses artificiales para arañar complicidad con el público masivo de un prime time.

En definitiva, Abre los ojos y mira aún deberá realizarse algún que otro 'lifting' para conquistar más audiencia y asentarse en la programación de Telecinco. Esperemos que, como anoche, no sea necesaria la cirugía.

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