OPINION

¿Quién dijo que la política es aburrida? Pues yo

No hay cosa más aburrida que los fines de semana en televisión. Aparecen las caras de los representantes de los partidos políticos: uno dice una cosa, y el de enfrente, la contradice. La gente aplaude. Se agitan banderas. Y así, todos los telediarios del fin del semana. Políticos, política, politización... Pero las familias españolas le dan la espalda. No les interesa.

La política aburre. Aburre a todos el mundo. Eso era lo que yo pensaba hasta ahora. Por eso cuando en la redacción de lainformacion.com se proponían los temas políticos, yo tocía la boca y decía: "Bueno,  algo que no nos aburra, por favor". ¿Se podría escribir sobre política sin aburrir? Yo lo dudaba.

Pero poco a poco voy cambiando.

Este martes pasado, preparamos una información sencilla: "Así quedaría el Congreso si se aplicara el sistema de "un ciudadano, un voto". Se añadía un gráfico sobre cuánto vale el voto por provincias, y se explicaban los entresijos de la Ley d'Hondt, ese cálculo estadístico por el cual no se hace un recuento directo sino una extraña desproporción.

La sorpresa fue que la noticia estuvo en todo el día entre las más leídas del periódico. E incluso, oh, la, la, entre las más leídas de Meneame. Recuerden que este portal de nombre tan simpático, se basa en las noticias más votadas. Lainformaicon.com fue durante gran parte del día la web más nombrada. Se supone que los lectores de Meneame son jóvenes, un poco anarcas, algo frikis y muy incendiarios. ¿Ah, sí? Pues les gusta la política. Claro. Pero siempre que los periodistas sepamos cómo contar los asuntos de la política. Es decir, ¡que no les aburramos!

Otra prueba es que la noticia sobre cómo el Gobierno aprovechaba leyes varias para colar otras leyes más gordas, fue una de las noticias más leídas en lainformación.com. Y por último, ese mismo día, el análisis sobre cómo en Francia eran capaces de hacer huelgas generales contundentes, y aquí descafeinadas, también atrajo la atención de nuestros lectores.

Así que me trago mis palabras. La política NO es aburrida... si los periodistas sabemos presentarla con otro enfoque.

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