El asiento-capullo: la primera clase llega a los autobuses de línea japoneses

¿Es suficiente la comodidad que ofrecen los autobuses interurbanos tradicionales? Las nuevas flotas incorporan un mejor nivel de confort para los pasajeros en comparación con el transporte público urbano, de eso no hay duda.

Pero la compañía japonesa Willer Express ha querido ir mucho más allá y ha creado una flota de autobuses llamados "cocoon-buses" (buses-capullo) destinados a romper moldes, proporcionando a cada pasajero un nivel de lujo y privacidad antes impensable sobre las 4, 6 y hasta 8 ruedas.

Y lo ha logrado sin sacrificar demasiado espacio para que resulte una carga rentable de pasajeros, que se sentirán como si viajaran en la primera clase de un avión. La línea ya funciona entre Osaka y Tokio, uniendo ambas ciudades japonesas en aproximadamente seis horas.

Cada uno de los doce "capullos" para los viajeros está diseñado como un módulo de personal y privado, con un asiento que se reclina hasta 140 grados, una pantalla propia para música, juegos y Video On Demand, iluminación regulable, toma de corriente, auriculares gratuitos y hasta una pequeña cómoda con las mantas para su uso.

Las vainas se fijan a los laterales en ángulo para optimizar el espacio mientras separan a los pasajeros, dotando al asiento de un impagable aislamiento acústico respecto del resto de plazas, un escudo de protección contra ronquidos o gente que habla muy fuerte por el teléfono y que le acurrucará como si estuviera en el calentito capullo de un gusano.

Por supuesto, el WIFI viene incluido en el precio, que de Tokio a Osaka (o viceversa) cuesta desde 9.800 yenes (78 €). Es menos que lo que cuesta el tren-bala que hace el mismo recorrido, pero tampoco tan barato como para no pensarse hacer el mismo viaje en menos de la mitad de tiempo.

Aunque dentro de un capullo repanchigado durmiendo o viendo pelis a troche y moche...¿a quién le preocupa el tiempo?

Vía Dvice

Fotos: Willer Express