OPINION

Slow display, el futuro de las pantallas pasa por el movimiento lento

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El movimiento Slow está muy presente en nuestros días. Comer despacio, trabajar despacio, vivir más despacio... Pero aún tiene más detractores que defensores. Demasiadas veces, la lentitud está asociada con valores negativos, como la torpeza, el desinterés, el tedio...Pero, energéticamente, la lentitud es la madre del cordero.

Frente a las enormes tasas de refresco de los monitores actuales (la frecuencia con la que una imagen es plasmada en la pantalla) los investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) han querido presentar el concepto "Slow Display", pantallas que sólo muestra cambios cada pocas horas. ¿El beneficio? La eficiencia energética sin precedentes.

La "Slow Display" del MIT utiliza menos de 2 vatios de potencia para mostrar una imagen en una pantalla con una dimensión de 3,2 metros de diagonal (una pantalla LCD estándar con una dimensión diagonal de sólo 1,3 metros puede utilizar 100 a 200 vatios) y es capaz de alcanzar hasta los 16 megapíxeles de resolución.

Y lo más importante, la imagen se ve tanto con la luz solar directa como en la más completa oscuridad.

Aunque existen alternativas de pantallas de bajo consumo con otras tecnologías de visualización, como la tinta electrónica o el cristal líquido, la "Slow Display" utiliza procedimientos más simples y baratos.

La pantalla está recubierta con una pintura sensible a la luz que sufre una reacción fotoquímica reversible cuando se expone a la luz ultravioleta, cambiando de color en el proceso. Una segunda capa de pintura fosforescente que brilla cuando está expuesto a la luz UV garantiza la pantalla se puede utilizar tanto de día como de noche.

La imagen se proyecta sobre la pantalla a través de un proyector láser ultravioleta (11 MW, 405 nm), que activa el recubrimiento de materiales fotosensibles. La imagen resultante sigue siendo legible durante una hora o más después que el láser la ha impreso y se va desvaneciendo según la reacción fotoquímica se invierte.

Para evitar que la imagen se degrade por los rayos ultravioletas del propio sol, se instala un filtro en la parte frontal de la pantalla. Eso sí, la imagen tiene que ser proyectadas desde un láser montado detrás del monitor.

Otro de los logros de esta tecnología es su aplicación a objetos en 3D. Debido a que la capa de materiales de la superficie de la pantalla es flexible (no deja de ser una pintura o recubrimiento) tiene enormes posibilidades en modelados ingenieriles, CAD tridimensional o para mostrar calcomanías virtuales o logotipos sobre objetos irregulares.

Sin embargo, la imagen en estos soportes puede ser de corta duración ya que es más difícil de proteger de la sobresaturación lumínica en un objeto 3D, mediante un filtro UV, que en un objeto plano.

Con sólo ver algunas de sus aplicaciones, la posibilidades que ofrece enamorarán tanto al publicista eficiente como al ahorrador energético inteligente.

Enormes pantallas publicitarias de bajo coste: Baratas de mantener, de funcionar y con menos impacto en la contaminación lumínica de las ciudades. También pantallas de información en aeropuertos o cartelería urbana de amplio espectro.

Rápida creación de prototipos de diseño industrial: Modelado de redes reconocibles que pueden ser superpuestas en la superficie de prototipos físicos, de modo que los cambios en el mundo físico pueden ser fácilmente reflejados en el espacio digital.

Productos comerciales personalizables al instante: Modificaciones de aspecto que se pueden aplicar en el punto de venta a los distintos elementos.

Moda a la carta: Se pueden hacer prendas con este material y estampar temporalmente los motivos decorativos de la elección. Basta con pasar el diseño a un teléfono, envíarlo por bluetooth al láser y...¡voilá!, zapatillas o chaquetas nuevas cada noche.

Posibilidades de comercialización: 100%, estos chicos del MIT suelen hacer las cosas bien. Y baratas. Todo el conjunto, con láser incluído, cuesta menos de los 300 €.

Estas pantallas actuales son monocromáticas, aunque ya han comenzado la construcción de una pantalla a color persistente, utilizando una nueva mezcla de materiales fosforescentes y fluorescentes en una rejilla de apertura.

Fuente: PDF del MIT

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