El “emperador del sinpa” es condenado al ostracismo

Un juez de Londres ha condenado a un estudiante letón a ser expulsado de los seis distritos más chic de la ciudad, en un esfuerzo para mantenerlo fuera de los más exclusivos restaurantes de la capital, en muchos de los cuales llevó a cabo una serie de cenas estratosféricas para luego marcharse corriendo sin pagar, casi siempre con la excusa de echar un pitillo en la calle.

Janis Nords, de 27 años, ha acumulado más de 18.000 € en facturas de sus "escapaditas gourmet”, una práctica que realizaba en un intento de impresionar a la rubia de alto standing que se había echado de novia.

La juez del distrito Daphne Wickham le ha prohibido la entrada en seis de los códigos postales más exclusivos de Londres durante un año, diciéndole "estas son las zonas que tiene los restaurantes más caros de la ciudad. A partir de ahora no podrá poner ni un pie por allí", mientras le ha citado para el 14 diciembre, el día que deberá entregar el plan para pagar todas sus deudas, las multas y sus intereses.

Nords, que ganó la mejor ópera prima en Festival Nacional de Cine de Aficionados de Letonia en 2009, fue detenido el lunes de la semana pasada por la noche, después de ser perseguido por los camareros del restaurante L'Oranger, en St James's. Había dejado sin pagar una factura de 1.200 € en foie, vinos finos y champagne francés.

La mujer, de unos treinta años, fue puesta en libertad sin cargos después de decirle a la policía que no estaba al tanto de la estafa de su novio.

Nords también golpeó el 6 de noviembre en la estrella Michelin de Helene Darroze, donde el sinpa ascendió a 1.140 € e incluyó cócteles, cuatro botellas de vino, una botella de champán y repetidas porciones de "foie", que encima se permitió el lujo de sacar gratis al montar un escándalo porque el camarero le había traído la comanda equivocada.

El cineasta letón ha admitido que hizo el sinpa en, por lo menos, una decena de grandes restaurantes. Uno de los camareros explica su modus operandi: "Ellos estuvieron entrando y saliendo toda la noche a fumar. Todavía había un poco de postre en el plato cuando salíeron a echarse otro cigarrillo. Pensamos que volverían, pero obviamente no lo hicieron”.

El personal confiaba en la pareja pues cuando entraban dejaban en el guardarropa un paquete de apariencia cara envuelto en una bolsa de una tienda de lujo. Cuando desaparecían y los empleados abrían el paquete-señuelo, simplemente encontraban una botella de zumo de naranja en su interior. Solía hacer algunas reservas a nombre de "Lupin", una posible referencia al caballero ladrón francés de ficción Arsène Lupin.

Da la casualidad que la película premiada del condenado al exilio gastronómico ha sido exhibida en otros festivales de cine europeos con gran éxito; trata de un joven que se involucra en el tráfico de drogas mientras trata de ganar dinero para visitar a su novia en Amsterdam, donde está estudiando. Posiblemente ahora podrá rodar la segunda parte, cambiando la heroína y la cocaína por el foie en barra y las botellas de Gran Cuvee.

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