Unos "gemidos pecaminosos" en la sala del órgano alertaron a los feligreses de la iglesia de Rennertshofen, en Alemania, de que algo muy poco piadoso se estaba gestando allí. Se trataba de un policía local, de 26 años, y su pareja, que habían encontrado un nido de amor en una sala de la iglesia barroca del siglo XVIII.
Una de las asistentes a la misa subió las escaleras para encontrarse la irreverente a la par que morbosa escena. La mujer salió de su escondrijo tapándose la cara, pero varios de los testigos reconocieron al policía. El agente ha sido suspendido de empleo y sueldo después de que el sacerdote, Nikolaus Maier, presentó una denuncia en comisaría por interrupción de la ceremonia religiosa.
En un sermón posterior al incidente, un compañero de Maier declaró a la grey: "Es deleznable que alguien pueda caer tan bajo para hacer algo así". Mientras la pareja espera el inevitable castigo divino, el castigo del hombre puede llegar en forma de cárcel: hasta tres años de prisión.
El pasado mes de agosto otra pareja fue sorprendida en una iglesia nigeriana mientras hacían la "caídita de Lagos". En aquella ocasión, el conflicto se resolvió con tres avemarías y 120 euros de multa por profanar el altar.
Visto en El Local de Suecia.
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