Tiempo ¡se está votando!

Como en el basquet los entrenadores del PP y el PSOE han pedido: !Tiempo¡ Antes de volver al juego político en la cancha del Congreso quieren ver cuál ha sido el resultado de las elecciones vascas y gallegas. Rajoy y Sánchez se han dado un respiro táctico.

Rajoy espera salir fortalecido. Lo basa en el resultado de Galicia. Si Feijoo obtiene la mayoría absoluta, más de 38 escaños, la moral del PP se fortalecerá. Pero también espera sacar tajada de Euskadi. Si el PNV necesita al PP para gobernar podrá iniciar una negociación para que los cinco diputados nacionalistas vascos del Congreso voten su investidura o, al menos, se abstengan. Además, espera que, si se dan estos resultados, el socialista quedará debilitado. Ese es el problema y la razón por la que Sánchez también pide tiempo y espera que pasen esas elecciones para que el PSOE digiera esos resultados y pueda seguir pilotándolo. Al principio habrá debate en los medios, pero en dos semanas el aparato socialista volverá a disciplinar a los pocos disidentes.

Pero Sánchez puede querer sacar fuerza de su debilidad. Si cree que el PNV le necesita para gobernar en el País Vasco, aunque el PSOE pierda escaños, puede intercambiar sus votos para una posible investidura de izquierdas-inependentistas en Madrid; claro está que esto sería sólo si no es necesario el voto del PP además del suyo para el Gobierno de los nacionalistas conservadores. Pero, en ese último caso, el PSOE podría dar sus votos en el parlamento vasco a una coalición Podemos-Bildu desalojando al PNV del Gobierno y adelantando el frente izquierdas-independentistas que quiere construir en el Congreso español.

Por eso los dos entrenadores han pedido tiempo. También porque todas estas expectativas se basan en hipótesis a comprobar y: ¿Si el PP no saca mayoría absoluta en Galicia? ¿Si el PNV más el PP dieran mayoría absoluta en Euskadi? ¿Si...? El 26J dio algunas sorpresas ¿Por qué no lo puede dar el 26S? Conclusión: es urgente esperar.

La conclusión es que los partidos nacionales, PP y PSOE, los que han pilotado la democracia desde la transición, incapaces de pactar entre sí, necesitan de terceros para resolver sus diferencias. Terceros cuyo objetivo es cambiar el sistema. Unos dividiendo España, otros introduciendo el populismo. Todo por falta de capacidad de diálogo entre ellos ¡Manda narices!