Así lo ha informado este jueves la viceconsejera de Medio Ambiente y Seguridad, Blanca Pérez, quien explica que esta modificación del decreto, que actualmente analizan los servicios jurídicos del Gobierno de Canarias para su posterior aprobación, surge como respuesta a la demanda de los residentes de la zona.
Pérez aclaró que la nueva denominación "es más precisa" y vincula la zona "con un espacio más amplio de protección y añade que se ha dado la máxima celeridad a este procedimiento administrativo, que está punto de culminarse".
Según el informe de la iniciativa "son las coladas, lavas o malpaíses generados por el volcán de San Juan en el año 1949 los que crearon un ámbito de colonización primigenia de comunidades biológicas que justifican su especial protección".
En términos porcentuales, el tubo volcánico representa el 0,64% de la superficie de la ZEC, mientras que la colada procedente del volcán San Juan ocupa una superficie de 40,89 hectáreas del total de 45,19 hectáreas, es decir un 90,48% de la Zona de Especial Conservación.
Por ello, a fin de otorgar a la ZEC "una denominación más descriptiva y que permita una correcta identificación del lugar", el Gobierno canario ha estimado conveniente modificar su denominación "para atender a la importancia cuantitativa de las coladas, la importancia cualitativa de la cavidad y la exacta localización geográfica del lugar".
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