Así se comporta un banco de peces

  • El movimiento de los individuos dentro de los grupos de peces se parece al de los ciclistas en un pelotón: las posiciones retrasadas permiten obtener una ventaja hidrodinámica, aunque se pierden oportunidades para alimentarse. Un equipo de biólogos ha analizado el delicado equilibrio dentro de un banco de peces para conocer qué lleva a cada individuo a alternar las posiciones dentro del grupo.
Antonio M. Ron

Nadar en la parte de atrás del banco de peces tiene sus ventajas. En concreto, los individuos más rezagados ahorran hasta un 23% de energía respecto a los que nadan en cabeza, según el estudio que acaba de publicar un equipo de biólogos en Proceedings of the Royal Society B. Para el estudio, los investigadores filmaron los movimientos de un grupo de lisas (Lisa aurata) en el interior de un tanque mientras se les sometía a corrientes de diferentes velocidades y analizaban las tasas metabólicas de cada animal.

"La tendencia general", asegura Shaun Killen, biólogo de la Universidad de Glasgow y co-autor del estudio, a lainformacion.com, "es que los peces con una capacidad aeróbica inferior tendían a ocupar posiciones más retrasadas". Las posiciones delanteras, en cambio, suelen estar ocupadas por los individuos más hambrientos y con una mayor capacidad física, aunque esto les expone a un mayor peligro de ser atrapados por los depredadores.

¿Qué es lo que lleva a cada individuo a moverse en el interior del banco de peces? Para conocer más detalles, Killen y su equipo monitorizaron la posición de cada pez dentro el grupo y el tiempo que pasaban en cada una, además del número de coletazos necesarios para propulsarse, que disminuía considerablemente en las posiciones más retrasadas. "Muchos peces mostraban fuertes preferencias por una posición a una velocidad determinada", asegura Killen, "mientras que otros eran más versátiles en sus movimientos".

Comer y evitar ser cazado

Muchos animales que se mueven en grupos, como las aves que vuelan en formación, aprovechan un efecto parecido al que se produce en el pelotón de una carrera ciclista. Colocarse detrás de un individuo reduce el rozamiento y los costes energéticos de la locomoción. "Los peces rezagados necesitan menos golpes de cola para propulsarse a la misma velocidad que los peces de delante", indican los autores de la investigación. "Y para ello utilizan probablemente los vórtices producidos por los individuos de delante".

La manera en que se mueven los animales en grandes grupos ha sido frecuente objeto de estudio en biología. La supervivencia de los grupos donde no hay jerarquía, como los bancos de peces o los grupos de insectos, se asienta sobre dos principios básicos: conseguir comida y evitar ser depredados. "Numerosos estudios apuntan a que la posibilidad de ser cazado aumenta considerablemente en las posiciones marginales, especialmente en los laterales del banco de peces", indica un estudio publicado en 2008 en Behavioral Ecology.

"En general creemos que es más peligroso estar en los bordes del banco de peces", explica Killen. "En presencia de depredadores, los peces intentan a veces esconderse unos detrás de otros mientras todos tratan de refugiarse en el centro del grupo. Sin embargo, algunos depredadores atacan al centro del banco, con lo que estar allí puede ser más peligroso".

Equilibrio y toma de decisiones

Estar en posiciones rezagadas o centrales también presenta otros inconvenientes: los peces están más seguros pero les llega menos comida o comida de "menos calidad". La dinámica de estos grupos suele basarse en un equilibrio: de la misma forma que las aves que vuelan en formación se turnan para estar en cabeza, el hambre puede ser el regulador que permite a los peces ir cambiando de posición. "Es posible que los peces de delante se muevan hacia atrás cuando han saciado su apetito", explica Killen, "de manera que los peces más lentos pueden tener una oportunidad mejor de alimentarse".

De la misma forma, existe un equilibrio entre los más rápidos y más lentos del grupo, de modo que no se rompa la cohesión del banco de peces. Para mantenerse unidos, debe haber un equilibrio para que los más lentos no se queden rezagados y que los rápidos no se despeguen del grupo. "No sería muy inteligente para un pez unirse a un banco donde el resto son mucho más rápidos o lentos que él", aseguraba Killen hace unos días en The Guardian.

Otro aspecto interesante es saber cómo se toman las decisiones dentro del banco de peces, en cuanto a la velocidad y dirección del movimiento. "Parece que los peces más cercanos a la cabeza dirigen los movimientos del resto del grupo", nos cuenta Killen, "pero estos líderes no son siempre los mismos porque las posiciones se intercambian dentro del banco". "En nuestro estudio", prosigue, " hemos descubierto que los cambios en la velocidad del agua pueden cambiar qué peces están al frente, de modo que son las condiciones externas las que determinan quiénes son estos líderes".

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