Los coches actuales disponen de una conexión estándar que da acceso al ordenador del vehículo, denominada OBD en los coches norteamericanos y EOBD y JOBD en los coches europeos y japoneses, respectivamente.
La conexión OBD -y sus variantes europea y japonesa- es un requisito legal en los actuales vehículos que permite, entre otras cosas, monitorizar y controlar los parámetros relativos a la quema de combustible y emisión de gases para minimizar la expulsión de partículas contaminantes. También registra cualquier alteración del sistema para su posterior diagnóstico en taller.
Pero además a través de OBD AutoBot puede acceder a la configuración de otros parámetros de configuración del vehículo, como puede ser el ajuste del climatizador o la configuración relativa al funcionamiento del cierre centralizado, apertura de puertas y maletero, control de los retrovisores plegables automáticamente o el comportamiento de la alarma, las ventanillas y el techo solar del vehículo.
Por ejemplo, la mayoría de los coches modernos permiten elegir configuraciones tales como la subida automática de las ventanillas al cerrar el vehículo o la apertura de éstas, del techo solar o el despliegue de los retrovisores si se mantiene pulsado el botón de apertura en el mando.
Como apuntan en ReadWriteWeb el dispositivo también puede registrar parámetros de funcionamiento y uso del vehículo para generar informes acerca de su utilización, como mejorar su conducción y sobre el estado del vehículo, de forma similar al sistema Eco:Drive de Fiat.
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