Jugando con la luz para hacer Internet más rápida

Hace ya tiempo que la fibra óptica, que es como un fino cable transparente por el que circula luz en lugar de señales eléctricas, es el medio preferido para la transmisión de grandes cantidades de información.

Es especialmente popular en su uso para las líneas que unen unos continentes con otros.

Pero el continuo crecimiento del tráfico de Internet hace necesario o bien instalar más fibra, o bien buscar formas de aprovechar mejor las que ya están instaladas.

En esta línea, cada vez hay más fabricantes que están empezando a utilizar técnicas que permiten este aumento de velocidad sin necesidad de instalar ni cambiar las fibras, sino sólo con conectar a estas los equipos adecuados.

La técnica habitual de transmisión es encender y apagar la luz que se transmite por la fibra, de tal modo que cada encendido o apagado sirve para codificar un bit, que es la unidad más pequeña de información, lo que pasa es que se hace tantas veces por segundo que se alcanzan velocidades de transmisión muy altas. Además, por cada fibra se pueden transmitir a la vez señales de distintas longitudes de onda -de distintos colores, para entendernos-.

Esto permite alcanzar velocidades de transmisión del orden de los miles de millones de bits por segundo o incluso de los billones de bits por segundo.

Pero con estos nuevos equipos, se aprovechan otras dos características de la luz, como son su fase y su polarización.

La fase, para entendernos, tiene que ver con la forma de la curva de la señal, y jugando con la diferencia de fases entre pulsos consecutivos de luz se pueden codificar dos bits en lugar de uno; la polarización, que hace que la luz vibre hacia arriba, hacia abajo, a la izquierda, o a la derecha, sirve para también para aumentar la capacidad de transmitir datos, con lo que en cada momento en lugar de transmitir un bit se pueden transmitir cuatro.

Es un poco como cuando hace años los módems telefónicos utilizaban distintos tonos para transmitir con cada cambio de señal más información en cada segundo.

En definitiva, y a pesar de lo que dicen los agoreros, parece poco probable que consigamos ahogar Internet.