Las personas atractivas cobran más y son mejores negociadores

La belleza y el atractivo físico son subjetivos, depende de quién mire. Y decidir si una persona es guapa o atractiva lleva tan solo 13 milisegundos, según un estudio publicado en 2005. 

'The atlantic' ha recopilado numerosos estudios que demuestran como la vida es mucho más fácil para las personas atractivas. La publicación se hace eco de un estudio publicado por la a revista Psychological Science, que dice que, por ejemplo, las madres dan más cariño a los bebes más guapos, que los profesores favorecen más a los estudiantes más atractivos y los consideran más inteligentes o que incluso los jurados tienen menos probabilidades de declarar culpable a las personas atractivas y proponen castigos más leves para los guapos. 

La revista también se hace eco de un estudio publicado por la Universidad de California - Riverside, la Escuela de Negocios de Londres y la Universidad de Columbia, que decía que“los hombres con la cara más ancha son negociadores menos cooperativos, comparados con los hombres con unas proporciones faciales menores”, es decir son mejores negociadores. Esta “menor cooperación” les permite reclamar más valor al negociar con otros hombres. 

Otros estudios han relacionado la altura con la inteligencia. Estos han mostrado que las personas que son más altas que el resto a los 16 años son más inteligentes. Esta altura también influye en el sueldo, ya que por cada centímetro de más que tenga una persona entre 1,73 y 1,82 metros gana un 2% cada año. E incluso el tamaño de la cabeza parece influir ya que los hombres con la cabeza más grande aparentemente son negociadores más eficaces. 

La Universidad de Wisconsin mostró en un estudio que las acciones de una empresa suben de valor si su CEO es guapo y sale por la televisión. Además,  los más atractivos cobran un 67% más, es decir, pueden llegar a ganar más de 170.000 euros a lo largo de toda su vida. 

A pesar de la influencia que pueda llegar a tener la belleza o el atractivo de una persona para ser contratado, no se  puede llegar a conocer el valor y potencial de una persona simplemente fijándose en el físico.