Láseres para acelerar ordenadores

  • Los límites físicos de los componentes internos de estos podrían verse eliminados al cambiar la electricidad por luz para ciertas funciones
Wicho/Microsiervos

Aunque los procesadores que van dentro de los ordenadores son cada vez más potentes, los diseñadores hacen ya algún tiempo que están enfrentándose al problema de ser capaces de crear conexiones entre sus distintas partes lo suficientemente rápidas como para aprovechar esta velocidad.

También se encuentran con el problema de la velocidad a la hora de transferir información de y hacia la memoria y el procesador.

Hasta ahora se vienen usando conexiones de cobre para esto, pero se están volviendo cada vez más inadecuadas porque consumen demasiada energía en el proceso y con esto generan además demasiado calor que tiene que ser disipado de algún modo, lo que también supone otra cortapisa a la que los diseñadores han de plegarse a la hora de diseñar los nuevos procesadores y ordenadores.

Una de las opciones que se lleva investigando desde hace algún tiempo es la de usar láseres para transmitir esta información, pues son mucho más eficientes a la hora de hacerlo y no tienen los problemas de generar calor del cobre.

Pero hasta ahora todas las soluciones que se habían probado pasaban por tener que utilizar un láser externo al procesador, ya que no había forma de integrarlos en este.

Sin embargo, un nuevo desarrollo del MIT ha conseguido integrar un láser de germanio en el interior de un circuito integrado, en un proceso que de ser viable comercialmente podría servir para fabricar microprocesadores que utilicen estos láseres para pasar información entre sus distintas partes, aunque estas sigan funcionando a nivel interno mediante electricidad.

Y en un futuro los investigadores del MIT creen que hasta los mismos componentes del procesador podrían funcionar mediante láseres en lugar de electricidad.

En cualquier caso, y como sucede con cualquier avance tecnológico, habrá que comprobar si es viable, porque una cosa es que funcione en un laboratorio y otra que lo haga en el mundo real, pero de serlo, podrían suponer un salto de magnitud en la velocidad a la que funcionan los ordenadores.

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