La misión Rosetta, un viaje de más de 7.000 millones de kilómetros

La misión de la sonda europea Rosetta, que concluye este viernes, es una aventura espacial decidida hace 23 años.

Este viaje de 7.900 millones de kilómetros, sembrado de obstáculos y sorpresas, movilizó durante más de dos décadas a 14 países europeos y Estados Unidos.

La misión Rosetta fue aprobada en noviembre de 1993 por la Agencia Espacial Europea (ESA) que busca comprender los orígenes de la vida en la Tierra analizando el polvo cometario. Se decide hacerlo "in situ" mediante un robot de exploración, bautizado Philae.

Más de 10 años después del inicio del proyecto, la sonda Rosetta es lanzada al espacio a bordo de un cohete Ariane 5. Su objetivo: el cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko, conocido como "Churi".

Para acelerar su viaje, Rosetta utilizará los campos de gravedad de la Tierra y de Marte. Llevará a cabo un verdadero juego de "billar cósmico", propulsándose gracias al efecto de "honda" gravitatoria de la Tierra y de Marte. Se aproxima a la Tierra en marzo de 2005, noviembre de 2009 y a Marte en febrero de 2007.

Tras rozar Steins en 2008, Rosetta sobrevuela en julio de 2010 Lutetia y toma más de 400 imágenes de ese asteroide de 100 kilómetros de diámetro, situado entre las órbitas de Marte y Júpiter.

La radiación solar es insuficiente para alimentar las baterías de sus equipos. En junio de 2011, Rosetta, que se encuentra a 800 millones de kilómetros del Sol, es colocada en "coma artificial", una hibernación de 957 días que le permitirá ahorrar energía.

En enero de 2014, la sonda despierta y retoma su periplo hacia el cometa. Gracias a sus 11 instrumentos de medida y de observación, comienza a escanear su superficie. El 6 de agosto, Rosetta, que ha recorrido en total más de 6.000 millones de kilómetros, se coloca en órbita alrededor de Churi para escoltarlo en su periplo hacia el Sol.

Tras diez años de viaje como pasajero de Rosetta, el pequeño módulo Philae aterriza en noviembre de 2014 en el núcleo del cometa 67P, un hito en la historia de la conquista espacial. Equipado de una decena de instrumentos de observación científica, el robot logra trabajar durante unas 60 horas, antes de apagarse por falta de luz solar suficiente para cargar sus baterías.

La ESA prolonga en junio de 2015 la misión Rosetta por nueve meses, hasta el final de septiembre de 2016.

Philae despierta tras siete meses de hibernación y se comunica varias veces con Rosetta. El octavo y último contacto se registra el 9 de julio. Desde entonces, el robot laboratorio ha permanecido en silencio.

Cuando en agosto de 2015 el cometa 67P alcanza su perihelio, es decir el punto de su órbita más cercano al Sol (186 millones de kilómetros), la sonda se encuentra en primera fila para observar los chorros de gas y polvo que proyecta el cometa.

La sonda europea, cuyos paneles solares reciben cada vez menos luz, corta su última comunicación con el pequeño robot con el objetivo de ahorrar potencia. El 2 de septiembre de 2016, a menos de un mes del fin de su misión, Rosetta logra, gracias a su cámara Osiris, localizar a Philae, cuyo rastro se había perdido desde el aterrizaje.

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