Mujeres y ciencias: una contribución invisible, pero decisiva para la historia

  • Las mujeres han contribuido a lo largo de la historia al progreso de las ciencias y las nuevas tecnologías, aunque muchas veces han sido invisibles.
Mujeres y ciencias: una contribución invisible, pero decisiva
Mujeres y ciencias: una contribución invisible, pero decisiva

Las mujeres han contribuido a lo largo de la historia al progreso de las ciencias y las nuevas tecnologías, aunque muchas veces sus investigaciones y ellas mismas han sido invisibles en un mundo esencialmente masculino, en el que han tenido que superar obstáculos y barreras.

Sin embargo, las mujeres están detrás de objetos tan cotidianos como el limpiaparabrisas, los pañales desechables, el sujetador moderno, el cristal antirreflectante de las gafas, el corrector líquido que utilizamos para corregir errores sobre el papel, o la fibra de alta resistencia para manipular objetos cortantes.

Reciclar las mentes para pensar la realidad desde otra perspectiva es el objetivo de la exposición "Trencant barreres. Dones i ciències", organizada por la Universitat de València y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que exhibe hasta el 9 de enero el Palau de Cerveró de Valencia.

En ella, se puede ver también la trayectoria de medio centenar de científicas de distintos países adelantadas a su época, como Hipatia de Alejandría, Marie Curie, María Zambrano, Rita Levi-Montalcini o la valenciana Pilar Mateo, inventora de una pintura insecticida contra enfermedades como el mal de Chagas.

El visitante podrá descubrir también que una mujer inventó la antorcha de salvamento marítimo (Martha J. Coston); que cuando hablamos de la agujetas fue una mujer, la Premio Nobel Gerthy Cori, la que descubrió ese proceso, o que el primer vehículo robotizado que se envió a Marte fue diseñado por una fémina, Donna Shirley.

Tampoco faltan en la muestra la monja del Bierzo Egeria, que entre el 381 y 384 dio la vuelta al mundo conocido; la pedagoga María Montessori, autora del método educativo que lleva su nombre; la primera mujer cosmonauta, Valentine Tereshkova, o la primera programadora en código binario, Ada Byron.

La exposición comienza con un túnel oscuro lleno de tópicos sexistas, como el "mujer tenía que ser" de la fraseología popular, o la concepción de personajes ilustres sobre la mujer: "un animal inepto y estúpido, aunque agradable y gracioso", para Erasmo de Rotterdam, o según Pitágoras el fruto de un "principio malo que ha creado el caos, las tinieblas y la mujer".

A continuación, se contrasta el "antes y el ahora" con paneles que muestran por ejemplo a la precursora del lenguaje de programación Cobol, Grace Murray Hopper, frente a la actual presidenta de Microsoft España, María Garaña, o a la neuróloga Rita Levi con Miranda Barry, que tuvo que hacerse pasar por hombre para estudiar Medicina en la Universidad.

Un collage con mujeres que han logrado hitos en diversas disciplinas de ciencias; objetos cotidianos inventados por mujeres y un taller didáctico completan la exposición, orientada a estudiantes de ESO para que a la hora de elegir una carrera opten por una científica, con baja presencia femenina, pero abierta al público general.

El vicerrector de Cultura e Igualdad, Antonio Ariño, ha apelado a cambiar la visión de un mundo en el que las mujeres se han caracterizado por la invisibilidad, y ha recordado que las primeras mujeres que estudiaron Medicina en la Universidad de Valencia no podían ir a clase.

Las comisarias de la muestra, Natalia Torres y Mari Carmen San Julián, han defendido que las mujeres "siempre han estado" en un mundo de la ciencia, pero han tenido que sortear obstáculos.

La próxima vez que combata un molesto herpes con el medicamento Zorivax, meta su compra en una bolsa de papel de fondo cuadrado, o utilice el dispositivo circular de hilo dental, recuerde que fue la mente de una mujer la que alumbró ese invento.

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