La reflexión de la luz del sol contra la superficie de los paneles solares es uno de los motivos por el cual éstos ven reducida su eficiencia. Otro de los problemas que reducen su eficiencia es la acumulación de partículas y diminutas gotas de agua en su superficie.
Investigadores de la Universidad de Aalto, en Finlandia, han desarrollado un nuevo método para la fabricación de paneles solares que consiste en dar a la superficie de silicio forma piramidal con lo que se logra una superficie rugosa a escala nanométrica (la millonésima parte de un milímetro) en lugar de la habitual superficie pulida.
De este modo se capta una mayor parte de la energía solar que alcanza el panel. La idea de utilizar paneles solares "tridimensionales", en lugar de los planos habituales, no es nueva y el incremento en la eficiencia estaba más que comprobada, pero hasta ahora no se había desarrollado la idea a escala nanométrica.
La superficie "nanorugosa" no sólo reduce la reflexión de la luz solar, sino que además dispone de un recubrimiento de resinas de fluoropolímero "ultrahidrofóbicas", similar a las aplicadas en las ventanillas de algunos vehículos, que repelen las gotas de agua haciendo que éstas se deslicen fuera de la superficie del panel.
Los investigadores afirman que se trata de un eficiente método para producir superficies antireflexivas para un amplio rango de longitudes de onda y autolimpiables, con silicio, polímeros u otros materiales.
(Vía IEEE Spectrum.)
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