Las vendas monitorizan el tiempo real la curación de las heridas, reportando a los médicos y enfermeros los datos necesarios para establecer el tratamiento más adecuado para el paciente individual y su herida. Para ello, emplean nanotecnología y se conectan con infraestucturas 5G al teléfono móvil, lo que permite saber en cada momento concreto el estado de la herida.
"Lo que trae el futuro es un mundo donde existe la habilidad de variar el tratamiento de un individuo, el estilo de vida y el patrón de vida", comenta el presidente del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Swansea, Marc Clement, en declaraciones a BBC.
Las pruebas de estos vendajes se iniciarán en los próximos 12 meses, y en ellas participará también el Welsh Wound Innovation Centre, una organización sin ánimo de lucro centrada en el tratamiento y la prevención de heridas graves traumáticas o crónicas.
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