Renato Casaro, el arte de traducir la historia del cine en una imagen

  • 'El cielo protector', 'Bailando con lobos', 'Érase una vez en América', 'El último emperador', 'Nikita'. Durante décadas, Renato Casaro se ha dedicado a traducir grandes películas a carteles que son tan inolvidables como ellas.

Renato Casaro
Renato Casaro
Alessia Cisternino

Hubo un tiempo en el que el cartel de una película era su tarjeta de presentación. Sin trailers tan perfectos y atractivos como la película misma, sin páginas web creadas con el objetivo de promocionarla, sin acciones virales a través de las redes sociales. El cartel ha significado hasta hace poco para muchos espectadores el único elemento a tener en consideración a la hora de decantarse por una película u otra.

Por eso los carteles de obras maestras como El cielo protector, Bailando con lobos, Érase una vez en América o El último emperador son tan inolvidables como algunas de sus secuencias. Renato Casaro es el elemento que une todas estas películas y muchas más.

Nacido en Italia, pero afincado en España desde hace doce años, Renato Casaro se ha dedicado durante casi toda su vida a traducir el complejo imaginario de una película a carteles que han entrado a formar parte de la historia del cine.

La historia del cine en carteles

"Ya desde pequeño me apasionaban los carteles de las películas" afirma Renato Casaro. "El primer trabajo lo tuve en un cine de Treviso, mi ciudad, en el norte de Italia: me encargaba de realizar los carteles. Luego me mudé a Roma y después de haber estado sentado un poco en el banquillo, empecé mi carrera con 22 años".

Directores como Sergio Leone, Claude Lelouch, Francis Ford Coppola y Bernardo Bertolucci, sólo por citar algunos, han confiado en el arte y la imaginación de Renato Casaro. Imposible elegir uno entre todos sus carteles. "Para mí todos son importantes y especialmente la última producción" afirma "son todas películas importantes y los carteles son adecuados a ellas, elegir sólo algunos sería difícil".

El ordenador y las imágenes frías

Airbrush, aerógrafo, cartón, témperas. Algo más que una semana para convertir en un cartel las fotos realizadas durante el rodaje y algunas pistas del director y de los que han estado trabajando en la película. Cuando llegó el ordenador, Renato Casaro decidió poner fin a esta fase de su carrera.

"Cuando llegó el ordenador, decidí parar porque se perdía la creatividad, ya no había manualidad, no había creación de la imagen" afirma Renato Casaro. "Dije: ok, ya vale, ya no es para mí".

"El ordenador quita el arte, la manualidad, la creatividad, sobre todo la manualidad, porque es un acto técnico y se queda así, frío, se basa siempre en fotos que nunca están vivas como podrían estar gracias a la pintura. Las imágenes deben crear emociones mientras la foto en sí no da esta sensación" concluye.

Sin embargo, la carrera de Renato Casaro sigue estando atada al cine. En una de sus series más recientes, Painted Movies, el artista italiano ofrece una personal interpretación de grandes películas.

"Este proyecto ha salido naturalmente, porque seguir en el cine era lógico para mí" declara Casaro "me sentía cómodo y había películas que me hubiese gustado hacer empezando por Casablanca, Ben Hur y muchas otras. Es una manera de hacer revivir la película como me hubiese gustado a mí. Con témperas y óleos, sin presiones comerciales. Es una manera de seguir en el cine".

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