Un robot consigue hacer 500 kilómetros en autostop... hasta que lo destrozan

    • Pretendía atravesar todo Estados Unidos de costa a costa pero no consiguió pasar de Filadelfia.
    • Hitchbot era capaz de mantener conversaciones simples en inglés y alemán con su chófer.
Una imagen de Hitch, el robot autoestopista, al principio de su aventura estadounidense.
Una imagen de Hitch, el robot autoestopista, al principio de su aventura estadounidense.

Canadá, Alemania y Holanda son los países que Hitchbot, el robot autoestopista, ha conseguido recorrerse 'a dedo' gracias a la ayuda de conductores desinteresados. Hace dos semanas comenzó desde la ciudad estadounidense de Salem una nueva aventura en la que pretendía atravesar todo el país de costa a costa. Sin embargo, Hitchbot no ha corrido la misma suerte que en sus anteriores viajes.

Tras conseguir avanzar más de 500 kilómetros, el robot aterrizó en Filadelfia donde unos vándalos, lejos de ayudarle en su travesía, se dedicaron a despiezarlo y dejarlo totalmente inservible. Ese era uno de los grandes riesgos que asumían los desarrolladores de la máquina que veían el invento más como un experimento sociológico que como un gran avance tecnológico.My trip must come to an end for now, but my love for humans will never fade. Thanks friends: http://t.co/DabYmi6OxHpic.twitter.com/sJPVSxeawg— hitchBOT (@hitchBOT) agosto 1, 2015

Y es que, a pesar de que el robot podía comunicarse y mantener conversaciones con su chófer, carecía de autonomía para moverse. Hitchbot dependía de la buena voluntad de los conductores para que lo montaran en su coche, le ajustaran el cinturón de seguridad y aprovecharan esas horas de travesía para cargarle las baterías en el mechero del vehículo.

El 17 de julio el robot comenzó su 'sueño americano' ataviado con un cartel donde se leía "O a San Francisco o nada". Antes de que su aventura se viera truncada, los improvisados compañeros de viaje de Hitchbot le llevaron a ver un partido de béisbol, al mar y hasta se paseó por el corazón de Manhattan. Consiguió así alguno de los objetivos que se marcó antes de partir entre los que incluía "ver las luces de Times Square", "posar con la estatua de Lincoln", o ver la casa de la famosa película de Pixar 'Up'.

Los desarrolladores de la máquina anunciaron en la cuenta de Facebook del robot la interrupción definitiva de la aventura americana debido a un daño irreparable en el cuerpo de Hitchbot. "Supongo que a veces le pasan cosas malas a los buenos robots", se lamentaban. Los ingenieros de origen canadienses recibieron este sábado una imagen en la que se evidenciaban los destrozos que sufrió el aparato. Sin embargo, poco se pudo hacer por él. Al haber agotado las baterías fue imposible localizarlo gracias al GPS que llevaba integrado y que permitía seguir su ruta en directo a través de su página web (www.hitchbot.me).

Los creadores desconocen quienes son los culpables de los destrozos y aseguran que no quieren hacer públicas las últimas imágenes de Hitchbot para no herir la sensibilidad de los muchos fans que esperaban que pasase por su ciudad para hacerse un 'selfie' con él. Uno de los co-desarroladores del aparato, Frauke Zeller, aseguró que muchos niños que adoraban al robot tienen ahora "el corazón roto". A pesar de todo, no han podido evitar que las imágenes terminaran siendo compartidas en las redes sociales.

La localización por satélite no era la única tecnología de la que disponía el robot. Además de hablar inglés y alemán, también contaba con una cámara fotográfica que captaba imágenes cada 20 minutos para documentar su viaje. Aunque las imágenes que los desarrolladores preferían subir a las redes sociales eran las de la gente que se retrataba junto a su invento. Y es que, de eso se trataba el proyecto, de las relaciones entre la máquina y las personas.

A pesar de este pequeño fracaso final, Hitchbot ha cumplido otras misiones con gran éxito. Consiguió cruzar Canadá en a penas 26 días y viajó por toda Alemania y Holanda donde pudo asistir a una boda, pasar una semana con un grupo de heavy metal e incluso acudió a una convención de cómics.

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