Una empresa de minisubmarinos acude a la suscripción popular para financiarse

Barcelona, 7 mar.- La empresa Ictineu Submarins ha tenido que recurrir a una campaña de suscripción popular para poder concluir la construcción de su submarino científico Ictineu 3, un proyecto iniciado hace 8 años en el que llevan invertidos 2 millones de euros y para cuya finalización necesitan aún otros 250.000 euros.

El proyecto para construir el Ictineu 3, un minisubmarino tripulado de altas prestaciones y tecnología de última generación, se vio gravemente comprometido en 2010 por un recorte de 500.000 euros de una línea de préstamos del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), del Ministerio de Industria.

El director de Ictineu Submarins, Pere Forés, ha explicado a Efe que, ante esta situación, y "agotadas las posibilidades de hallar financiación pública o capital privado en los foros de inversores, decidimos lanzar una campaña de suscripción popular", dirigida tanto a particulares como a entidades o empresas interesadas en concluir un proyecto tecnológico que está en su recta final.

Desde el pasado mes de octubre, Ictineu Submarins ha recogido ya 40.000 euros gracias a las aportaciones de 160 personas y de 6 empresas, además de obtener otros 40.000 euros "en especies" por parte de compañías que han aportado su fuerza de trabajo, si bien aún les falta entre 200.000 y 250.000 euros para concluirlo.

Carme Parareda, directora de operaciones de Ictineu Submarins, precisa que los particulares pueden hacer aportaciones desde 50 euros, mientras las empresas y entidades pueden contribuir desde los 1.000 a los 10.000 euros.

A cambio de estas aportaciones, los suscriptores podrán visitar las instalaciones de Ictineu Submarins y verán su nombre grabado en el carenado del submarino, al igual que las empresas, que tendrán también visibilidad en la página web y en las notas de prensa.

Los responsables de la empresa están pensando además en "organizar un sorteo de inmersiones entre la gente que participe en la campaña", inmersión que tendrán garantizada las empresas que opten por aportar 10.000 euros.

Pere Forés señala que esta idea fue madurando al ver que algunos deportistas se financiaban mediante este tipo de campañas, por lo que "pensamos que si no salíamos adelante con las soluciones habituales tendríamos que hacer un llamamiento a la sociedad civil para concluir el proyecto".

Según Parareda, "es triste que una empresa de tecnología punta tenga que recurrir casi a pedir dinero en la calle", pero entiende que no les quedaba otra opción tras reducir el CDTI su aportación, pues "los inversores privados buscan negocios rápidos y fáciles, y nuestro proyecto tiene un proceso más lento, que seguramente en dos años rendirá mucho, pero que ahora no resulta atractivo".

Forés y Parareda destacan las prestaciones y ventajas que supone el Ictineu 3 sobre otros submarinos de su clase, pues podrá descender hasta 1.200 metros de profundidad -el noveno del mundo y el segundo de la UE- aunque con un ventanal mucho mayor que los actuales y con una mayor comodidad para los tripulantes.

Será además el primero que funcione con baterías de litio certificadas, como las que llevan los coches eléctricos y dispondrá de "otras muchas innovaciones que le hacen ser mucho más ligero y le dotan de mucha más autonomía", resalta Forés.

El Ictineu 3, bautizado así en homenaje al ingeniero catalán Narcís Monturiol, constructor de los modelos 1 y 2 en la segunda mitad del siglo XIX, podrá ser utilizado en numerosas actividades, desde la investigación oceanográfica, el control del medio marino, para trabajos en cableados subacuáticos, la prospección de recursos, en filmaciones o incluso para actividades turísticas.

El coste de fabricar una nave como el Ictineu 3 "rondará los tres millones de euros, sin equipamientos especiales, que es un precio relativamente económico para un submarino de estas prestaciones", señalan los responsables de la empresa.

Los directivos de Ictineu Submarins, que en 2007 ganó el premio al mejor plan de empresa de Barcelona Activa, la agencia de desarrollo local del Ayuntamiento de Barcelona, señalan que han recibido ofertas de otros países, pero que no se quieren marchar fuera "porque todo el submarino lo hemos desarrollado aquí y queremos que esta tecnología se quede también aquí".