Vivir con un brazo biónico: "el cerebro manda"

  • Emeterio Carballo es una de las tres personas en España que tiene un brazo biónico. Para el uso de estos dispositivos es fundamental que el cerebro perciba el brazo artificial como propio. Su historia forma parte del documental "El mal del cerebro".

Emeterio tiene sobre la mesa un par de brazos de recambio. El primero es un brazo biomécánico, un modelo clásico que usa para tareas rutinarias. El segundo es un brazo biónico, uno de los pocos que se han puesto en España y que le sirve para tareas de mayor precisión o destreza.

El brazo biónico es un poco más largo y grande que su brazo original, pero le permite hacer el juego de muñeca completo, mover el pulgar para hacer la pinza y sostener más peso. Para manejarlo, Emeterio ha tenido que aprender a repensar el movimiento y utilizar los músculos de la parte superior del brazo como si fueran los de la mano. "El cerebro manda, eso está claro", nos confiesa Carballo en su casa de El Sahugo, provincia de Salamanca. "Yo conozco a personas que no admiten la prótesis".

Hace seis años la vida de este riojano de 58 años cambió radicalmente. Una puerta corredera de la fábrica en la que trabajaba se le cayó encima y le atrapó el fémur y el brazo. "Estuve a punto de morir", confiesa, "me salvó la vida tener el móvil en el bolsillo". Después tuvo una lenta recuperación en Barcelona, de la que todavía recuerda algunos momentos.

"Cuando me pusieron el brazo", recuerda, "había una enfermera que jugaba a darme la mano. Una vez no controlé la fuerza, le apreté la mano y le hice sangre. Esto tiene mucha fuerza".

La vida de Emeterio es lo menos parecido a la de un ciborg que uno pueda imaginar. Sale a pasear a su perro "Homer" por el pueblo y se toma unos chatos con los amigos. El brazo biónico le permite llevar la correa extensible del perro o agarrar el vaso de cerveza sin demasiados problemas, aunque a veces sufre algún accidente.

"Mandas la señal y puedes abrir la mano a la velocidad que tú quieras", explica Emeterio. Para el desarrollo de estas prótesis, nos explicaJosé Luis Pons, experto en neuroprótesis del CSIC, "se está trabajando sobre todo en la forma en que la persona puede trasmitir y recibir información de este dispositivo""El rechazo se produce cuando el individuo no lo reconoce como una parte de su cuerpo".

Para saber más, sigue viendo el documental"El mal del cerebro", al que pertenece este fragmento.

Pincha aquí para ver el documental completo:

Ver documental "El mal del cerebro"

Ver también: Así se "apaga" y se "reinicia" un ser humano

Ver también: Decodificando el pensamiento: cómo mover objetos con la mente

Sigue @elmaldelcerebro

Mostrar comentarios