Daniel Chong, un estudiante de ingeniería de San Diego (California, EEUU) tuvo una muy mala experiencia en abril de 2012. Un año después ha conseguido que un juez pruebe su inocencia, y de paso llevarse una buena cantidad de dinero.
El joven, que entonces tenía 23 años, fue detenido en casa de un amigo durante una redada de la Drug Enforcement Administration (DEA). Las autoridades, -que encontraron 18.000 pastillas de éxtasis y varias armas- arrestaron a otras ocho personas aquella noche. Pero la historia de Chong sería más traumática que la del resto.
Al entrar no lo sabía, pero el universitario comenzaba aquella noche un estancia de cuatro días y medio en una celda de 1,5 por 3 metros. Sin ventanas, sin agua, sin comida y sin baño. "Estate tranquilo, volveremos a por ti en un minuto", le calmó uno de los agentes tras el interrogatorio, y aseguró que no presentarían cargos contra él.
Cronograma de un desastre
A partir del tercer día Chong comenzó a sufrir alucinaciones, y llegó pensó que los agentes querían envenenarle metiendo gas por las rendijas de su celda. Pero el vecino de San Diego sufrió bastante más.
Durante las eternas horas que pasó encerrado (y olvidado), Chong tuvo que orinar en una banqueta para poder beber algo de líquido. En otro momento, y pensando que iba a morir, rompió sus gafas e intento rasgarse la piel con un mensaje: "Perdón Mamá". También trató de alcanzar el sistema anti-incendios para obtener algo de agua, pero con las esposas puesta le fue imposible.
Indemnizado pero sin culpables
Más de 100 horas después de ser encerrado, varios agentes acudieron a su celda alarmados por los gritos de Chong. El joven que había perdido casi siete kilos, fue hospitalizado durante cinco días. En su cuadro clínico se observó: deshidratación, insuficiencia renal, calambres musculares y una perforación en el esófago.
"Sonaba como si hubiese sido un accidente, un accidente realmente malo, un accidente horrible", ha explicado Chong como recoge el New York Post. Aunque el Departamento de Justicia sigue investigando el caso, desde la DEA no han sido capaces de encontrar al responsable.
El juez decidió indemnizar al estudiante con 4,1 millones de dólares. Los abogados de Chong podrán quedarse con hasta un 20% del monto, así que a él le llegaran cerca de 3,2 millones. El estadounidense ha dicho que con el dinero comprará una casa a sus padres.
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