Un grupo de bomberos de la Generalitat y de Barcelona han propuesto, junto a la Alianza contra la Pobreza Energética (APE), que los efectivos que actúen en emergencias e incendios en viviendas identifiquen posibles casos de pobreza energética y lo notifiquen a los servicios sociales correspondientes.
La propuesta se trasladará a la Generalitat y el Ayuntamiento, tras constatar que, según han indicado, la pobreza energética afecta a un 10% de la población catalana y que creen que el aumento de incendios de vivienda puede estar relacionada con ello.
Proponen que en sus intervenciones los bomberos valoren el estado de la vivienda, la presencia de suministros e instalaciones, las condiciones climáticas, aislamientos y confort térmico y la valoración de factores personales.
Con todos estos datos, se trata de determinar si en la vivienda hay una situación de pobreza energética o si hay riesgo de sufrirla, para avisar a los servicios sociales o de emergencia.
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