Las lluvias intermitentes en la zona y el trabajo de dos helicópteros del Gobierno de Aragón y dos hidroaviones, que completan las labores realizadas por varias cuadrillas terrestres, han ayudado en las tareas de extinción.
En las localidades de Nerín y Sercué han vivido esta noche con tensión el avance de las llamas, aunque afortunadamente no ha habido peligro para estas poblaciones.
Horacio Palacio ha explicado que "en principio se han visto afectadas unas ochenta hectáreas, pero de un sitio muy complicado. Por la noche el viento ha sido fuerte, las llamas han sido muy grandes, no se descartaban entonces afecciones al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, ni que pudiera alcanzar a la población de Nerín, pero ya por el día, todo tiene otra cara".
A lo largo de esta mañana se ha restringido el paso a excursionistas para que no se aproximen a la zona afectada y se está vigilando la cola del incendio, la más cercana al Cañón de Añisclo, que, de momento, se encuentra fuera de peligro.
Se desconocen el origen del fuego, ya que no había tormentas, por lo que se investiga su posible relación con otro pequeño incendio declarado en la misma zona hace más de un mes, ha apostillado el alcalde.
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