Los insurgentes se han abierto camino hasta unos cientos de metros del recinto del gobernador y el cuartel de la Policía, mientras los tiroteos se propagan por la capital provincial, Tarin Kot, una ciudad de unos 70.000 habitantes, según el jefe provincial de Policía, Wais Samim.
La ofensiva talibán, y el aparente colapso gubernamental en algunas zonas, recuerda a la rápida pero breve captura por parte de los insurgentes de la ciudad de Kunduz en septiembre de 2015, la primera vez que el grupo se hacía con una capital provincial desde que perdieron el poder en 2001.
Los altos cargos provinciales en Uruzgán se han retirado al aeropuerto, que alberga una base del Ejército afgano, según un oficial de Policía que ha pedido no ser identificado ya que no está autorizado a hablar con los medios.
En una entrevista telefónica con Reuters, responsables de seguridad ya han buscado responsables de la aparente caída de las defensas de la ciudad.
Samin ha señalado que muchos de los policías de la ciudad han llegado a acuerdos con los talibán y dejaron sus puestos de control sin combatir, mientras que otro oficial de la Policía ha acusado a los altos cargos provinciales de abandonar la ciudad.
A última hora del miércoles, los talibán publicaron un comunicado prometiendo protección a las fuerzas gubernamentales si se rendían pacíficamente.
La prisión de la ciudad ha caído ante el avance de los milicianos, pero sus ocupantes habían sido trasladados previamente al aeropuerto, ha señalado Abdul Karim, presidente del consejo provincial de Uruzgán.
COMBATES CALLE POR CALLE
En un comunicado colgado en Internet, los talibán han informado de que sus combatientes han entrado en la ciudad y tomado al menos siete puestos de control además de la prisión, asegurando que las autoridades se han llevado como "rehenes" a los presos y han huido al aeropuerto.
"Actualmente se están produciendo enfrentamientos calle por calle contra el enemigo dentro de la ciudad", han afirmado los talibán.
El año pasado, Kunduz fue recuperada por el Gobierno tras casi dos semanas de combates con el respaldo de las fuerzas especiales y los aviones de combate estadounidenses.
Un portavoz del mando estadounidense en Kabul ha indicado que los oficiales están siguiendo la situación pero hasta este miércoles no había ningún asesor de la coalición en Uruzgán y no se habían llevado a cabo bombardeos aéreos esta semana.
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