"Estamos consternados por los preocupantes informes sobre violencia étnica y desplazamiento a gran escala de gente que vive en la frontera entre las regiones en Oromia y Somali, particularmente en Hararge, si bien los detalles de lo que ocurre no son claros", ha dicho.
En su comunicado, ha reclamado que "se anime y dé espacio a las comunidades para buscar una solución pacífica a los conflictos subyacentes", solicitando además que "los responsables de la violencia rindan cuentas".
"Creemos que el futuro de Etiopía como una nación fuerte, próspera y democrática depende de un diálogo político abierto e inclusivo para todos los etíopes, una mayor transparencia gubernamental, y un fortalecimiento de las instituciones democráticas y de justicia", ha añadido.
Por ello, la Embajada estadounidense en Adís Abeba ha remachado que "estos recientes acontecimientos subrayan la necesidad de lograr progresos más rápidos y concretos sobre las reformas en estas áreas".
El portavoz del gobierno regional de Oromia, Adisu Arega, afirmó la semana pasada que las tensiones aumentaron después de que una unidad especial de la Policía de la región de Somali arrestó a varios oficiales de Oromia, que fueron posteriormente asesinados.
Este incidente provocó una serie de protestas que derivaron en enfrentamientos entre ambas comunidades en el este de Etiopía.
Por su parte, Mohamed Bile, asesor de la presidencia del estado de Somali, denunció que la Policía regional de Oromo ha llevado ataques contra civiles en la frontera entre ambos estados. "Están atacando a civiles pacíficos desarmados en esas zonas", dijo.
El conflicto fronterizo entre ambas regiones se retrotrae más de una década. El referéndum celebrado en 2004 para intentar resolver las tensiones no logró solucionar la situación.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios