En una llamada telefónica, Obama ha mostrado su solidaridad con el pueblo alemán a la canciller alemana y le ha ofrecido al país "el completo apoyo del Gobierno" de Estados Unidos" en las investigaciones de los ataques, según ha indicado en un comunicado la Casa Blanca.
Los líderes han estado de acuerdo en la necesidad de una cooperación en materia de seguridad y antiterrorismo mucho más estrecha entre Washington y Berlín.
Durante los últimos diez días, Alemania ha sido escenario de numerosos ataques y atentados de carácter terrorista. El pasado 18 de julio, un individuo atacó con un hacha a una veintena de personas en un tren regional en Wuerzburg, en el norte de Baviera.
Cuatro días después, un tiroteo en un centro comercial de Múnich, ubicado en las inmediaciones de la villa olímpica, acabó con la muerte de 10 personas --entre ellas el propio atacante, que se suicidó con su arma-- y más de 20 heridos.
El domingo, otro individuo fue detenido tras matar a machetazos a una mujer en la ciudad de Reutlingen, ataque en el que también resultaron heridas otras dos personas. Y el mismo día, a última hora, un joven provocó una explosión en la ciudad de Ansbach, muriendo e hiriendo de consideración al menos a 15 personas.
Obama y Merkel han aprovechado la conversación telefónica para abordar la situación en Ucrania, y han reiterado la "urgente necesidad" de poner fin de forma duradera a la violencia en el este de Ucrania, así como de una puesta en marcha total de los acuerdos de Minsk.
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