ACS tiene casi tanta deuda en renovables como en Iberdrola

Desde que ACS entró en el capital de Iberdrola, en septiembre de 2006, la eléctrica dirigida por Ignacio Sánchez Galán ha sido el gran generador de deuda en las cuentas del grupo constructor. Unos compromisos financieros que, además, el grupo presidido por Florentino Pérez no ha podido compensar vía consolidación de beneficios en la cuenta de resultados, al habérsele cerrado las puertas del consejo.

Sin embargo, la eléctrica vasca podría perder su liderazgo en las cifras de endeudamiento de ACS, curiosamente, para cedérselo a la división de energías renovables que está desarrollando la constructora por sus propios medios.

En concreto, mientras que los vehículos utilizados por ACS para hacerse con el 12% de Iberdrola llevan asociados 4.447 millones de euros de deuda sin recurso, los proyectos concesionales en energías alternativas suponen ya una cuenta de 3.600 millones. Dicho de otro modo, las renovables de ACS generan una deuda equivalente al 80% de la ligada a Iberdrola.

Suma y sigue, porque sólo en el primer trimestre, la constructora ha invertido otros 200 millones en incrementar el peso de esta división: 148 millones en activos termosolares y otros 52 millones en parques eólicos,

Tanto esfuerzo, también está dando sus frutos en la cuenta de resultados, donde la actividad de energías renovables aporta ya 59,8 millones de euros, un 55,7% más que en el primer trimestre del pasado ejercicio. Estos ingresos son prácticamente la mitad de los 123,3 millones que inyectó Iberdrola, vía dividendo, a las cuentas de ACS.

A pesar de todas estas similitudes,el peso que tiene el negocio energético en los resultados de ACS es prácticamente residual, ya que los ingresos procedentes de las actividades de generación de energías renovables apenas representa un 1,49% de los 4.002 millones de euros facturados por el grupo de infraestructuras en el primer trimestre del año.

Este dato es uno de los principales argumentos que puede esgrimir en su defensa la compañía presidida por Florentino Pérez cuando acuda a los tribunales para impugnar la decisión de vetarle su entrada en el consejo de la eléctrica.

El motivo utilizado por Iberdrola para impedirle sentarse en el máximo órgano de administración ha sido tacharle de competidor por sus actividades energéticas. Sin embargo, a día de hoy, éstas apenas tienen impacto en los resultados de ACS. Otra cosa será en el futuro, cuando tanta deuda ligada a las renovables termine dando sus frutos en forma de ingresos. Pero, para entonces, Florentino Pérez confían en haber entrado en la cúpula de Iberdrola.

ACS presentó ayer sus resultados del primer trimestre con una histórica caída del beneficio del 77%, hasta 297 millones, debido a los extraordinarios de 1.005 millones obtenidos por la venta del 35,5% de Unión Fenosa en 2009. Los ingresos, en cambio, se han incrementado un ligero 1,5%, hasta 4.002 millones, mientras que el beneficio bruto operativo, ha crecido un 2,4%, hasta 282 millones. Además, el endeudamiento de la compañía se ha incrementado un 8,2%, hasta 10.033 millones de euros.