El Banco de Portugal pide que se vigilen los efectos del colapso del BES

  • El Banco de Portugal (BdP) urgió a vigilar las posibles consecuencias del colapso del que fue el tercer mayor banco luso, el Banco Espírito Santo (BES), e identificó como puntos "vulnerables" el bajo potencial de crecimiento y el endeudamiento.

Lisboa, 12 nov.- El Banco de Portugal (BdP) urgió a vigilar las posibles consecuencias del colapso del que fue el tercer mayor banco luso, el Banco Espírito Santo (BES), e identificó como puntos "vulnerables" el bajo potencial de crecimiento y el endeudamiento.

En un informe sobre estabilidad financiera, el banco central analiza el estado del sector tras los tres años del programa de rescate a Portugal concedido por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), vigente entre los meses del junio de 2011 y 2014.

Entre los aspectos que más preocupan al BdP, destaca el derrumbe del BES y el posible impacto en "la súbita reducción de solvencia" de esta institución financiera, que fue dividida en agosto en una parte "tóxica" y otra buena, rescatada por el Estado y los bancos lusos y refundada bajo la marca de Novo Banco.

"Aunque la evolución de un conjunto significativo de indicadores demuestre que el impacto sobre los mercados fue temporal, se debe asegurar que se acompañe la situación garantizando que se mantiene la confianza de los agentes económicos y la estabilidad del sistema financiero nacional", constató el BdP.

El regulador de los bancos aconsejó que se invierta en "sectores de elevada productividad y demanda sustentada" y apeló a que se trabaje para reducir el elevado endeudamiento, especialmente en las empresas.

A pesar de que el BdP reconoce progresos, el alto nivel de la deuda pública (en torno al 130 % del PIB) no permite "aliviar" los ahorros en el gasto público.

Aparte del caso BES, el BdP identificó la recuperación de la rentabilidad como "uno de los principales desafíos del sector" bancario.

"No se podrá excluir una posible disminución de los precios, con impacto sobre el balance de los bancos. Esta situación requiere, así, una permanente monitorización de las carteras de las instituciones de crédito, a través de inspecciones (...) y un adecuado registro de provisiones", analizó el banco central.

Organismo internacionales como el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea, que son además acreedores del rescate luso, ya cuestionaron las optimistas previsiones económicas que maneja el Gobierno portugués.

En los Presupuestos de 2015, en fase de aprobación final, Lisboa pronosticó un déficit del 2,7 %, un crecimiento económico del 1,5 % ese mismo año y una caída del paro, hoy en torno al 13 %.

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