Caja España dirime hoy su última batalla interna antes de integrarse en Unicaja

  • Hoy es un día clave para la integración de Unicaja y Caja España. Ambas celebran sendos consejos que, en el caso de la caja castellano leonesa, promete emociones fuertes. La elección de un nuevo director general ha abierto una nueva batalla en el seno de la entidad en un momento decisivo. 
Caja España-Duero y Unicaja firman un preacuerdo para integrarse
Caja España-Duero y Unicaja firman un preacuerdo para integrarse
E.Utrera

Hace ocho meses que los consejos de Caja España y Caja Duero aprobaron la fusión de las dos entidades. Sin embargo, la batalla por el poder en el grupo continúa en la misma semana que la entidad ha firmado un preacuerdo de integración con Unicaja que daría lugar al cuarto grupo español de cajas, con un volumen de activos de unos 90.000 millones de euros.

Hoy, el consejo de Caja España-Caja Duero se reúne de forma extraordinaria para designar un nuevo director general. Esta semana, la salida por sorpresa de Lucas Hernández, que ha decidido jubilarse tras constatar que las tensas relaciones que mantiene con el presidente del grupo Evaristo del Canto son irreparables, ha abierto una nueva lucha de poder en el grupo.

Por lo tanto, hay mar de fondo en la entidad castellano leonesa aunque el plazo para presentar al Banco de España los planes de capitalización termina dentro de cuatro días y, sobre todo, a pesar de que la integración con Unicaja salva los muebles de Caja España. La andaluza pone los 463 millones que necesita para llegar a los niveles de core capital que exige el Gobierno y evita que caiga en brazos del Estado en forma de nacionalización.

Aunque los partidos políticos y gobiernos autonómicos de ambas partes han bendecido la fusión, la opinión pública de la comunidad castellano leonesa ha sido muy dura al valorar la integración, ya que considera que certifica el final de viaje de una caja castellano leonesa pura, tras la entrada de las de Burgos, Ávila y Segovia en distintos procesos.

Según el diseño inicial de la operación, la nueva caja –en la que Unicaja tendrá un peso entre el 60% y el 70%- tendrá su sede social estará en Málaga, mientras que Madrid debe tener un gran peso operativo. La razón es la gran distancia geográfica entre la ciudad andaluza y Salamanca, sede operativa de Caja España Duero, que tendrá un papel secundario.

Tres candidatos

El ruido de sables se traduce en que al consejo de hoy se llega sin un candidato definido para sustituir a Hernández. José María de la Vega y Arturo Jiménez -actuales director de informática y director adjunto de la entidad, respectivamente- van a pelear por un cargo al que también podría optar Javier Santos.

Los tres son hombres fuertes en la estructura de Caja Duero. La razón es que según el pacto de fusión firmado con España en Tordesillas, es la caja salmantina la que elige al director general, que tiene el poder ejecutivo en la compañía. La presidencia recae en Del Canto, leonés de nacimiento y director general de Caja España hasta 2003. Luego fue delegado general de La Caixa para la zona noroeste.

Por lo tanto, las dos entidades pioneras en el proceso de integración de cajas en España siguen envueltas en una batalla política de altos vuelos. Tanto es así que desde el núcleo duro de la antigua Caja Duero se ve con recelo el supuesto buen entendimiento de Del Canto con Arturo Jiménez, lo que ha provocado que algunos de los consejeros salmantinos de la entidad hayan propuesto, al menos, dos alternativas.

El grupo malagueño celebra hoy un consejo, ordinario, que será mucho más tranquilo. Aunque se informará de la integración con Caja España, los pasos para la creación de un banco son el argumento estrella.

En Málaga, sede de Unicaja, se espera que la situación en Caja España-Duero se clarifique cuanto antes para cerrar definitivamente la integración. Desde el grupo andaluz la consigna es no echar más leña al fuego para que el proceso de desarrolle sin más conflictos que los internos de la caja castellano leonesa, que es quien debe tener prisa por cerrar la operación.

En cualquier caso, el objetivo último tras el cierre de la integración es crear un banco que pueda cotizar en bolsa en un futuro, aunque Unicaja no tiene obligación alguna. Es la entidad más capitalizada del sector con un core capital del 13,1% y tras la integración de Caja España seguirá superando sobradamente el nivel mínimo del 10%.

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