Unicaja y Caja España están abocadas a despedir al 80% de sus consejeros

  • La más que previsible integración de Unicaja y Caja España amenaza con dejar un reguero de víctimas por el camino. Son las dos cajas cuyo órgano máximo de administración está más cargado: el de la andaluza tiene 27 representantes y el de la castellano leonesa 34. El 80% podría dejar el cargo si la operación sale adelante.
E.Utrera

Unicaja y Caja España confirmaron ayer que han firmado un preacuerdo para su integración. Si se consuma el matrimonio entre la caja andaluza y la castellano leonesa, nacerá un grupo con un volumen de activos de casi 90.000 millones de euros. Es decir, el cuarto del sector de cajas, superando a Catalunya Caixa.

Pero la unión tiene algunos inconvenientes. Sobre todo para los consejeros de ambas entidades. Al menos un 80% de ellos puede ir preparando las maletas si la integración prospera.

La razón es que Unicaja y Caja España son las cajas que más consejeros tienen en todo el sector : 27 y 34, respectivamente.Estas cifras son incompatibles con las nuevas reglas del juego y con la intención de ambas entidades de crear un banco.

El real decreto de reforzamiento del sector financiero dice que los consejos de administración de las entidades que requieran dinero público para salir adelante no podrán tener más de 15 consejeros.

Aunque este no es el caso de Unicaja y Caja Duero, si que indica la línea que siguen el Banco de España y el Ministerio de economía de reducir el número de los consejos.

De hecho, todos los grupos que se conviertan en bancos –susceptibles de salir a bolsa en un futuro- deberían aceptar este mismo límite para su máximo órgano de administración, siguiendo las recomendaciones de buen gobierno corporativo. Además, en ambos casos un tercio de los consejeros tendrán que ser independientes.

Por lo tanto, aunque la integración no requeriría en principio más dinero del Frob –Unicaja, con el mejor ratio de solvencia del sector, un 13,1%, pondría los 463 millones que debe captar Caja España, con un 8,2%, para llegar al mínimo exigido del 10%- la nueva entidad está abocada a un tijeretazo de órdago en su órgano de administración.

La caja castellano leonesa tiene más que perder. Primero porque tiene más consejeros -17 procedentes de Caja España y otros 17 de Caja Duero- y segundo porque, según el diseño pactado en la integración, su peso en el nuevo grupo será de alrededor del 35%.

El de esta entidad es un caso de gigantismo en sus estructuras de poder. Según los pactos de fusión y los nuevos estatutos, la unión de España y Duero acordó que la caja funcionaría dos años con los tres órganos de gobierno duplicados: 34 consejeros, 320 consejeros generales de la asamblea y 14 de la comisión de control.

Por su parte, Unicaja cuenta con 27 consejeros, de los que siete se incorporaron desde la absorbida Caja Jaén. Otras cuatro cajas –Unnim, Bankia, Novacaixagalicia y La Caixa- superan los 20 consejeros.

Muy complementarias geográficamente

Los problemas de integrar los dos consejos más poblados del sector de cajas español desaparecen de un plumazo cuando de complementariedad geográfica se trata. Para Unicaja, la integración con Caja España supone entrar en una zona geográfica donde el grupo andaluz sólo tiene una oficina, en Valladolid.

Si se parte el mapa desde Madrid hacia el norte, el grupo que preside Braulio Medel sólo tiene otras cuatro oficinas, todas ellas en Barcelona. Por lo tanto, la operación –que debe ser ratificada por ambas partes antes del día 28, cuando acaba el plazo del Banco de España para que las entidades con problemas expongan sus soluciones- supone para Unicaja la oportunidad de expandirse en áreas no históricas.

Castilla León es la comunidad autónoma más grande de España -94.224 kilómetros cuadrados-, aunque es sólo la sexta más poblada del país con algo más de 2,5 millones de habitantes, frente a los 8,4 millones de Andalucía, la comunidad con más habitantes y en la que Unicaja tiene el 83,3% de sus oficinas.

Tanta complementariedad parece haber salvado incluso los obstáculos políticos que en otras operaciones han sido insuperables. Se van a unir una entidad de una comunidad autónoma gobernada por el PSOE –Unicaja- con otra de una donde el PP lleva la batuta.

Ahora toca llegar a acuerdos como la elección de la sede. Habrá que ver como se resuelve un asunto tan engorroso como los 756 kilómetros que separan Málaga, sede de Unicaja, con Salamanca, donde están los cuarteles de Caja España.

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