Portugal, Italia, Bulgaria y Rumanía: la lista negra de clientes del comercio online

    • Numerosas empresas españolas de 'e commerce' se niegan realizar transacciones con clientes de esos países para evitar posibles fraudes.
    • Más de la mitad del comercio online nacional o no realiza operaciones con el extranjero o las acepta con restricciones por motivos de seguridad.
Las empresas españolas que se han animado a vender por internet no se fían de los usuarios de determinados países.
Las empresas españolas que se han animado a vender por internet no se fían de los usuarios de determinados países.

El sector del comercio online en España facturó el año pasado 12.900 millones de euros, según la web ecommerce Europe. Se trata de una cantidad relativamente pequeña en relación a los más de 173.000 millones que se esperaba que facturara el conjunto de este sector en Europa.

En el análisis cualitativo, uno de los déficits más relevantes que detecta esta organización, que agrupa a más de 4.000 actores del comercio online europeo, es la escasa relevancia de las transacciones hacia otros países.

Una encuesta elaborada por la Asociación Española de Economía Digital confirma este punto. Sólo el 42% de empresas españolas que comercializan sus productos a través de la red aceptan sin restricciones realizar operaciones con otros países, el 38% lo descarta de forma taxativa y un 16% las realiza...pero sólo en determinados casos.

Las excepciones se aplican en la mayoría de los casos por motivos de seguridad, es decir, para evitar ser víctimas de alguna operacion fraudulenta, y tienen objetivos muy claros.

Una de cada cuatro empresas que aplican filtros a sus operaciones en el exterior no aceptan transacciones con una serie de países: ni con Portugal, ni con Rumanía, ni con Bulgaría, ni con los denominados países bálticos.

Estos tendrían, por así decirlo, un nivel rojo en una eventual escala cromática de países por grado de riesgo comercial. En un nivel naranja estarían, por ejemplo, los clientes italianos.

¿Cómo se elabora esta especie de lista negra? Pues bien por experiencia propia, por la experiencia de otros establecimientos que realizaron en su momento transacciones con estos países, o bien como consecuencia de la información que reciben de sus proveedores de servicios o de medios de pago.Sin escudo frente al fraude

Las empresas españolas aplican esta estrategia preventiva porque, en la mayoría de los casos, funcionan sin red de seguridad ante posibles casos de fraude.

La información recabada por la Asociación Española de la Economía Digital no deja lugar a la duda. Dos de cada tres empresas españolas que venden sus productos a través de internet no tienen ningún tipo de herramienta específica para evitar posibles fraudes.

Sus argumentos para no hacerlo son de peso. En el 75% de los casos entienden que el fraude que soportan no es lo suficientemente relevante como para justificar la contratación de unos servicios cuyo coste puede rondar los 60.000 euros.

De hecho, más de la mitad de las empresas españolas dicen invertir entre 0 y 5.000 euros en esos esquemas de lucha contra el fraude.

Otro porcentaje importante de empresas considera que es suficiente con la protección que les prestan sus proveedores de servicios de pago, que disponen de sus propios filtros para evitar fraudes.

En España, esa confianza tiene bastante sentido ya que el 80% de las operaciones de venta online se realizan a través de pasarelas bancarias.

En otros países los medios de pago están mucho más diversificados y los esquemas antifraude son diseñados y gestionados directamente desde las empresas.El comercio online en España

En España sólo el 43% de los ciudadanos asegura haber comprado alguna vez a través de internet según los datos de la oficina estadística europea Eurostat. La cifra nos sitúa en un nivel similar al de países como la República Checa, Letonia, Grecia o Croacia, pero muy lejos de las economías más avanzadas donde comprar online es ya una práctica generalizada.

El 82% de los británicos ha comprado alguna vez por internet, en Alemania ese porcentaje de penetración es del 77%, en Francia, del 69%; y en Irlanda, del 57%. De los grandes países de la UE, solo Italia, con un 27%, está por debajo de España.

Las razones que apuntan los expertos para justificar esta brecha son variadas: la querencia del español por el hábito social de ir de compras, la poca seguridad que les genera compartir sus datos personales o bancarios a través de internet y la escasa presencia del sector comercial nacional en la red (sólo el 1% tienen su web preparada para vender online).

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