Los números que avalan el desplome de precios que se avecina sobre la vivienda

El debate sobre cuánto y cuándo debe caer todavía la vivienda es uno de los que más preocupa a la sociedad española, ya sea porque aquellos que hayan adquirido una vivienda verán caer el valor de su principal inversión, o porque quienes no tienen una estén interesados en adquirirla al mejor precio posible.

Aunque responder al cuánto y cuándo de manera precisa sigue siendo una temeridad, sí que existen varias cifras que indican que el recorte de precio no sólo se está produciendo ya, sino que continuará en los próximos años, ya que tanto por el lado de la oferta como por el de la demanda, los números apuntan a que el mercado de compra venta de viviendas va a seguir en estado de coma.

1-. El importe medio de las hipotecas ya ha caído un 30%: La concesión de hipotecas está en mínimos históricos, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística, que cifra en apenas 21.106 el número de créditos de este tipo firmados en agosto, último mes con cifras oficiales.

Pero, más llamativo que esta baja cifra, es la progresiva caída del importe medio de las hipotecas, que se sitúa en apenas 103.592 euros, cuando hace apenas cinco años, justo antes de estallara la burbuja, eran 150.328 euros, es decir, ya ha caído un 30%.

El menor poder adquisitivo de los españoles sumado a la falta de liquidez de la banca para dar financiación son dos de los motivos que explican esta caída, que tiene como consecuencia una presión a la baja de los datos. Y, como indican los siguientes puntos, la tendencia se va a ir agravando.

2-. El paro seguirá por encima del 23%: Para poder adquirir una vivienda, primero se necesita contar con unos ingresos que permitan comprarla y/o convenzan al banco para que conceda la hipoteca.

Y éstas seguirán siendo muy difíciles de conseguir con la disparada tasa de paro. Tanto las previsiones aplicadas por la consultora Oliver Wyman, con el visto bueno del Ministerio de Economía, como las enviadas por el Ejecutivo español a Bruselas en su plan de ajuste, la tasa de paro se mantendrá por encima del 23%, por lo menos, hasta 2014.

Esto significa que en los próximos dos años prácticamente uno de cada cuatro españoles estará sin empleo. Y sin éste, no hay apenas posibilidad de adquirir una vivienda, lo que hace que la demanda caiga y fuerce a la oferta a bajar precio.

3-. El 53% de paro juvenil se come al principal comprador: Los jóvenes que se emancipan, o los matrimonios que inician una vida en común, figuran dentro del grupo de principales candidatos a adquirir una vivienda.

Esta demanda, sin embargo, seguirá en estado de coma durante los próximos años, ya que dentro de esas disparadas cifras de paro que están lastrando la demanda de hogares, sobresale la juvenil, con un 53,28% de los menores de 25 años sin empleo.

Las nefastas perspectivas laborales hacen que esta bolsa de potenciales clientes, que como ya se ha dicho es una de las principales a la hora de crear la demanda, siga sin tener apenas capacidad de compra durante los próximos años.

4-. El 20% de la población está por debajo del umbral de riesgo de pobreza: la suma de desempleo y rebaja de salarios ha desplomado los ingresos familiares hasta situarlos en apenas 24.609 euros, frente a los 26.500 de hace cuatro años, y ha hecho que 1 de cada 5 españoles viva por debajo del umbral de la pobreza.

Esto supone unos ingresos medios por español de sólo 9.321 euros y sigue profundizando en la incapacidad de crear demanda durante los próximos años. Además, la poca que se crea es con un poder adquisitivo cada vez menor, lo que también presiona a la baja los precios.

5-. El Banco malo aplicará descuentos medios superiores al 50%: El próximo mes diciembre, el Gobierno prevé poner en marcha el denominado banco malo, que es una sociedad donde irán a parar los activos tóxicos de la banca.

Como mínimo, el Estado se hará con estos activos con un descuento superior al 50% de media, rebaja que trasladará al mercado al ponerlos a la venta, lo que forzará al resto de vendedores a tener que bajar también sus importes.