Las revelaciones del ejecutivo arrepentido caen "como una bomba" en Goldman Sachs

  • La carta de dimisión del ejecutivo Greg Smith publicada ayer por el 'New York Times' ha caído como una bomba en Goldman Sachs, según un directivo que ha hablado de forma anónima con el diario neoyorquino. Aún así, los altos directivos de la firma aseguran que la decepción de Smith no refleja la opinión general de sus trabajadores.
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Los dos principales directivos de Goldman Sachs hanasegurado que la carta de dimisión del ejecutivo Greg Smith publicada ayer porel New York Times, en la que secriticaba duramente al banco “no refleja la opinión de la mayor parte de laplantilla”. Sin embargo, el diario neoyorquino asegura hoy que el artículopublicado ayer por Smith cayó “como una bomba” en Goldman, citando a untrabajador anónimo de la firma.

El consejero delegado de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, y sudirector de operaciones Gary Cohn, han asegurado que están “decepcionados porlas afirmaciones realizadas por este individuo, que no reflejan nuestrosvalores”.

Smith acusaba a Goldman de preocuparse más por ganar dineroque por hacer lo mejor para sus clientes y denunciaba que los trabajadores delbanco hablaban de “timar a los clientes” en las reuniones. “Considero que hepasado el suficiente tiempo en la compañía como para entender su cultura, a sugente y su identidad”, decía el ejecutivo, “y, honestamente, sólo puedo decirque el actual es el ambiente de trabajo más tóxico y destructivo que he vistonunca”.

Los amigos del ejecutivo aseguran que es una persona íntegray que tenía una lista con los principios de negocio de Goldman colgada en supared, justo al lado de su ordenador. Por eso no les sorprende que haya actuadoasí. "Interpreto esto como su último acto de lealtad", ha dicho uno de sus compañeros del instituto.

En Wall Street algunos han recibido el artículo alabando lavalentía de Smith y otros con críticas por mostrar su opinión de una forma tanpública.  Algunos, desde Goldman,quisieron retratar a Smith, dice el Times,como un lobo solitario y herido porque no consiguió ascender dentro de lacompañía.

Nacido en Johannesburgo, nieto de inmigrantes lituanosjudíos e hijo de un farmaceútico y una trabajadora social, Smith entró como becario durante el verano de 1999.

Después trabajó durante una década en la sede Goldman en Nueva York antes de trasladarse a Londres, desde donde dirigía las inversiones del banco al otro lado del Atlántico.

Muchos de los empleados de Wall Street firman cláusulas de confidencialidad antes de unirse a una compañía. Si Greg Smith lo hizo, podría enfrentarse a las acciones legales del banco y quedarse sin otros derechos acumulados como empleado de Goldman.

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