Las ventajas y los obstáculos del desembarco de la red 4G en España

    • Los usuarios dispondrán de una conexión más rápida y de más calidad, se generalizará el uso de la nube y llegarán al mercado nuevas aplicaciones.
    • El despliegue territorial no será rápido, se necesitará un móvil de ultimísima generación y tener contratada una tarifa cara para disponer de ella.
Vodafone estrenará este miércoles antes que nadie su red 4G.
Vodafone estrenará este miércoles antes que nadie su red 4G.
Ana P. Alarcos

Los expertos, los operadores de telefonía móvil y el regulador de las telecos lo tienen claro: la llegada al mercado español de la red 4G va a ser un punto y aparte en la historia del sector.

Hoy mismo Vodafone la va a poner en marcha en siete ciudades españolas; en julio, Orange y Yoigo deseplegarán las suyas. Ya solo queda que Telefónica anuncie en qué fecha estrenará su infraestructura, y los rumores apuntan a que su aventura ultrarrápida empezará pronto.

Para quien no lo sepa, esta cuarta generación de internet móvil utiliza una tecnología llamada LTE (Long Term Evolution) y supone un sinfín de ventajas para los usuarios.

"La cuenta más fácil es decir que es diez veces más rápida que la red actual. Y esto se aplica a todo: a la velocidad de la descarga y subida, y hasta la propia navegación. Es mucha la diferencia", explica el analista independiente Jaime García Cantero.

Según cálculos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, se pueden "alcanzar velocidades de bajada de hasta 100 megas por segundo (y alrededor de 50Mb de subida) y, en el futuro, podría llegar a una velocidad de bajada de hasta 300 Mb, cuando el máximo definitivo del actual 3G se ha situado en los 30 Mb".

Para entender realmente cuáles son los beneficios de la red 4G, basta con repasar los ejemplos prácticos que resaltan los grandes operadores.

Telefónica asegura que "supone un 40% de mejora en la calidad de la voz, si se compara con la que se realiza en las redes 3G, y la posibilidad de establecer una conexión en 0,25 segundos, esto es, 20 veces más rápido que en una llamada 3G normal".

Vodafone señala que "en cuestión de segundos, permitirá a los particulares subir fotos y videos a las redes sociales, mientras que las empresas podrán enviar archivos muy pesados, y subir y bajar documentos en la nube más rápido de lo que permite la red fija de la oficina. También será posible ver vídeos de alta definición en streaming de forma inmediata (sin esperar a que se cargue) y sin sufrir cortes".

Mientras, Orange puntualiza que "descargar una fotografía en alta resolución en 3G supone 'consumir' 26 segundos de nuestro tiempo, mientras que la misma acción en 4G se completa en un solo segundo. En un mundo en el que el tiempo es dinero, la velocidad es un factor que por sí solo hace que merezca la pena migrar a una tecnología superior".

Además, y como consecuencia de estas mayores velocidades, se espera una avalancha de aplicaciones que permitan ver vídeos o la televisión en directo, así como la proliferación de juegos online.

"Llegarán más y mejores apps de vídeo en streaming, se potenciarán las aplicaciones sociales, las imágenes en alta resolución poblarán 'las nubes' de nuestros perfiles, y la videoconferencia alcanzará un nuevo nivel de calidad de imagen e interactividad, mientras que los jugones podrán disfrutar de partidas en la Red a una velocidad nunca antes vista en movilidad", puntualizan desde el operador naranja.

El desembarco de la red 4G parece, por tanto, un auténtico bombazo para los usuarios. Sin embargo, su llegada a España no va a ser color de rosa.

Esta tecnología se va a encontrar con varios obstáculos; entre ellos, que el despliegue en el territorio español será irregular o que se necesitará tener un dispositivo de última generación para usarlo.Barreras a la vista

"Se habla de muchas ventajas, pero todas son teóricas. Esta tecnología todavía debe demostrar que realmente responde a esas cifras y, de momento, hay muchas dudas sobre que puedan conseguirlo próximamente", adelanta García Cantero.

Para empezar, no siempre se van a obtener esas velocidades ultrarrápidas. Desde Vodafone reconocen que para que existan 100Mb o más "deben darse ciertas condiciones de red y que el terminal y la tarjeta SIM soporten dicha velocidad. De hecho, las velocidades medias más habituales son de entre 30-60 Mbps". Lo mismo confiesa Yoigo: aunque la velocidad pico puede alcanzar los 112 megas por segundo, la media se sitúa en una horquilla de entre 20 y 40 megas.

A ello se suma otra barrera: la territorial. Y es que no todas las ciudades van a poder disponer a la vez de esta tecnología móvil. Es más, el calendario del despliegue hasta finales de 2014 deja fuera a muchas ciudades. Este año, al menos, los usuarios potenciales rondarán los 12 millones, apenas una cuarta parte de la población.

Durante unos meses (antes de final de año se ampliará la lista), esta tecnología solo estará operativa en diez ciudades: Madrid, Barcelona, Bilbao, Málaga, Palma de Mallorca, Sevilla, Zaragoza, Valencia, Murcia y Alicante.

Suma y sigue, porque todavía quedan más obstáculos: al principio solo los usuarios que tengan un dispositivo de última generación podrán probar la velocidad de estas redes.

Según han detallados los operadores, algunos de los móviles compatibles serán el iPhone 5, el Samsung Galaxy S4, el Nokia Lumia 920, el HTC One, los Sony Xperia Z, el LG Optimus G, la Blackberry Q10 y el Huawei P2. En el caso de las tabletas, destacarían el iPad y la Sony Xperia Z.

No obstante, los operadores se han comprometido a ampliar su gama de productos en los próximos meses, e incluso quieren ofrecer a los clientes terminales compatibles que cuesten menos de 200 euros.

Por último, no se puede olvidar que muchos usuarios deberán pagar por usar este servicio. Vodafone ya ha dejado claro que aquellos usuarios con tarifas inferiores a RED3 (que cuesta 84,7 euros al mes, IVA incluido) deberán pagar un sobrecoste de 9 euros al mes por tener acceso a esta tecnología. En cambio, aquellos con RED3 o alguna oferta superior podrán utilizarla gratis.

La estrategia de Yoigo, en cambio, no pasa por cargar un coste adicional al usuario. En las últimas horas ha reiterado su compromiso, aunque ha defendido un modelo de facturación basado en el consumo de datos y no en tarifas planas. Ahora bien, todo apunta a que las ofertas podrían superar los 40 euros mensuales.

Desde Orange todavía no han explicado cómo se va a comercializar este servicio. "Conociendo la trayectoria de los operadores, en un mes y medio (el tiempo que falta hasta que la compañía ponga en marcha su red) puede pasar de todo", concluyen fuentes del sector.

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