La Autoridad Bancaria Europea acaba de confirmar que las principales entidades financieras europeas necesitan un capital adicional de 114.680 millones de euros, 8.240 millones más de lo que había adelantado el organismo comunitario el pasado 27 de octubre.
Y ésta no ha sido la única sorpresa que ha desvelado el resultado de los nuevos exámenes de solvencia. Estas pruebas de resistencia, que reflejan los datos de los grandes bancos a cierre de los nueve primeros meses del año, ha mantenido estables las necesidades de capital de las entidades griegas y españolas, pero ha alterado claramente las de la banca alemana.
A pesar de que los sistemas financieros de Grecia y España concentran la mayor parte de las necesidades (30.000 millones el heleno y otros 26.170 millones el hispano), estas cifras son muy similares a las que ya descontaba el mercado.
Sin embargo, las germanas necesitan 13.107 millones de euros, más del doble de lo que se había adelantado en la cita anterior, cuando se cifraron en 5.184 millones. Los italianos, por su parte, también han sufrido una revisión al alza en sus necesidades de capital: requieren 594 millones más de lo anunciado, hasta 15.365 millones. Las francesas, en cambio, han salido más airosas: necesitan 7.300 millones de euros, 1.500 menos de lo previsto.
Además de anunciar las necesidades de capital de los bancos, la Autoridad Bancaria Europea ha anunciado que las entidades tienen hasta el 20 de enero para diseñar su plan de recapitalización, es decir, disponen de poco más de un mes para explicar cómo van a conseguir el dinero.
La tarea no debería suponer grandes dificultades a nuestro sistema financiero, ya que, según ha comunicado el Banco de España, "considera que los objetivos de capital planteados se pueden alcanzarrazonablemente".
Y es que el regulador del sistema financiero considera que las entidades españolas tienen tiempo suficiente como para recapitalizarse, puesto que no están obligados a cumplir con estos números hasta el próximo mes de junio.
Al cierre del primer semestre de 2012, todos los bancos europeos considerados sistémicos (es decir, cuya caída podría provocar un colapso en el Viejo Continente) deberán tener un ratio de capital de calidad (más conocido como core tier one)del 9%. Y todo apunta a que la gran banca española no tendrá problemas en cumplir las exigencias que impone Bruselas.
Pero, ¿por qué han cambiado tanto algunas cifras?
Las diferencias entre las necesidades de capital que ha publicado la Autoridad Bancaria hoy y las que adelantó a finales de octubre se producen porque las cifras de entonces se basaron en las estimaciones de los propios bancos sobre su exposición a la deuda soberana y sus ratios de capital. Los datos de hoy, en cambio, son los oficiales que aparecen en los balances de las entidades a cierre de septiembre.
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