¿Por qué la banca española es ahora la mala de la película financiera europea?

  • Bruselas anunció ayer que los cinco grandes bancos españoles necesitan conseguir 26.000 millones para cumplir con los nuevos requisitos de solvencia, una cifra que sólo la superan los bancos griegos. Sin embargo, los expertos del sector aseguran que la UE no ha tenido en cuenta los puntos fuertes de nuestro sistema financiero y que necesitan, como mucho, 15.000 millones.
Santander ve "chocante" el capital adicional exigido a la banca española
Santander ve "chocante" el capital adicional exigido a la banca española
Ana P. Alarcos

"Lo primero que debe saber la gente es que, de lo que ha dicho la Autoridad Europea Bancaria a las necesidades reales de capital de las cinco grandes entidades españolas hay un trecho". Así de claro opina José Ramón Iturriaga, uno de los gestores estrella de Abante Asesores, sobre lo que está pasando en el sector financiero.

Europa desayunó ayer con la noticia de que los 40 mayores bancos de la Unión Monetaria necesitan 106.447 millones para cumplir con las nuevas exigencias de capital. Además, deben conseguirlo rápido, concretamente a cierre del próximo junio, para poder alcanzar el ratio de solvencia del 9% pactado por los miembros europeos.

Y la peor parte se la ha llevado España, donde Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Banco Popular deben reunir 26.161 millones en estos ocho meses, un 24,57% del total. Esta cifra sólo la supera la banca griega, que debe reunir 30.000 millones de euros.

Pero, ¿cómo es posible que los bancos españoles necesiten tanto dinero, más incluso que los alemanes, los franceses y los portugueses juntos? Entonces, ¿la idea de que nuestro sistema financiero era uno de los más sólidos del mundo era un mito? Lo cierto es que no.

Los expertos del sector aseguran que las necesidades de las que habla Bruselas están lejos de la realidad y que hay muchos cabos sueltos en su forma de evaluar la solvencia bancaria.

"Las cifras que se han dado han sido preliminares, porque algunos bancos aún no han presentado los resultados del tercer trimestre. Por eso, las necesidades definitivas no saldrán a la luz hasta dentro de unas semanas. Y, sinceramente, creo que habrá cambios. El mercado está barajando un máximo de 15.000 millones (como Italia), porque no se están teniendo en cuenta algunos de los puntos más fuertes de nuestros bancos", explica Fernando Hernández, director de gestión de Inversis Banco.

Con este argumento, el analista apoya la teoría que han utilizado Santander, BBVA, Popular, CaixaBank y Bankia para explicar que sus problemas no son tan grandes como dice Europa. Y es que, en el cálculo de la solvencia, no se han tenido en cuenta hasta ahora tres aspectos que afectan directamente a las financieras españolas: los bonos convertibles en acciones, las provisiones y la pérdida de valor de la deuda española. Veamos qué significa.

1. No han contado los bonos convertibles en acciones

Europa ha anunciado que los bonos convertibles en acciones serán considerados capital de calidad aunque en las estimaciones actuales no se han contabilizado.Y eso que sólo entre Banco Santander, Popular y CaixaBank acumulan 11.188 millones de euros en este tipo de activos y podrían utilizarlo para reducir parte de sus necesidades.

Al menos, el mercado da por hecho que Santander usará sus 8.479 millones, mientras que no descartan que Popular haga lo mismo con sus 1.191 millones, aunque para ello deba adelantar su vencimiento un año. En cambio, CaixaBank asegura que no tomará este camino, ya que se recapitalizará utilizando únicamente el dinero que genera su negocio.

Así, y sólo teniendo en cuenta los planes de Santander y Popular, las necesidades iniciales de Bruselas se reducen en 9.688 millones, hasta alcanzar 16.476 millones. Pero aún hay más. El banco capitaneado por Emilio Botín también se ha quejado de que no se han tenido en cuenta los 1.250 millones que ha generado en el tercer trimestre. Lo mismo que BBVA, que lograría reducir otros 800 millones. Por eso, si restamos estas cifras al total anterior, las nuevas necesidades se sitúan en 14.423 millones. Además, a este dato habría que quitarle lo que Popular, Bankia y CaixaBank generen en el tercer trimestre.

2. No cuentan las provisiones

Hay un segundo factor que no ha contabilizado Bruselas: las provisiones, que son el colchón que debe tener toda entidad española, por exigencias del Banco de España, para cubrirse de futuros contratiempos.

El problema es que este dinero, que sólo nuestros bancos lo guardan, no entra dentro de las reservas, una de las claves del capital de calidad, y acaba pasando factura. De hecho, sólo La Caixa cuenta con 1.835 millones de provisiones.

"No tiene sentido que no se cuenten. Es capital que tienen los bancos y es dinero de verdad, sólo que está guardado, pero Bruselas ha decidido que no se cuenta. Esto perjudica a la banca española, cuando debería ser una penalización para el resto de las entidades que aquí van por detrás de España", cree Álvaro Rodríguez, analista de la mesa española de las firmas Carax y Alpha Value.

3. Deterioro de la deuda española

Pero aún hay más. Bruselas también ha decidido incluir en los cálculos un deterioro de toda la deuda pública que los bancos tengan en cartera. Y aquí entran todos los países: la deuda griega, la portuguesa, la francesa…, incluso la española. Justo donde más dinero tienen invertido nuestros bancos.

"Se teme que la deuda española tenga problemas en el futuro y, por si acaso, han obligado a los bancos a reforzar sus balances para que estén preparados. Lo único bueno es que al principio se estimaba una pérdida de valor del 20%, aunque al final no superará el 3%", indica Enrique Quemada, consejero delegado de One to One.

Esta es otra de las cosas que no tienen sentido para el analista de Carax, quien apunta que "España sigue teniendo un rating elevado y no es muy lógico que obliguen a las entidades a contabilizar la deuda española y los créditos concedidos al Estado y a las Comunidades Autónomas a precios actuales del mercado".

Las quejas de los analistas en estos tres puntos son claras. Pero no tanto como las de Alfredo Sáenz, el segundo espada de Banco Santander, que dijo ayer que "este ejercicio tiene mucha letra pequeña", dejando caer que Europa ha podido intentar ayudar a otros países en detrimento de España.

Con todo, y como resume Nuria Álvarez, analista de Renta 4, "creo que la lectura de estas cifras es positiva. Las necesidades de todo el sistema financiero han sido más bajas de lo esperado y creo que las entidades españolas cuentan con herramientas suficientes como para cumplir con las exigencias europeas sin ampliar capital (algo que sí hubiera penalizado el mercado) y sin pedir dinero al Estado". Por eso, la banca española tiene razones para demostrar que no es la mala de la película.

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