La de hoy es la subasta de títulos a más largo plazo realizada por el Tesoro desde que S&P rebajó el rating de España un grado, desde AA+ hasta AA, el pasado 28 de abril. Lo más parecido es la subasta de bonos a cinco años celebrada hace dos semanas. Entonces, el Tesoro se vio obligado a subir la rentabilidad hasta el 3,53%, el nivel más alto desde noviembre de 2008 y un 25% más respecto a la subasta anterior. La demanda duplicó la oferta.
La situación puede repetirse hoy. El Estado espera colocar al menos 2.500 millones y como mucho 3.500 millones en una subasta de obligaciones a 10 años, la primera a este plazo desde el pasado 18 de marzo. Entonces, los compradores adquirieron 3.127,35 millones de euros a un tipo de interés marginal del 3,864%, menor en cualquier caso al 4,09% de la subasta anterior.
El problema es que el escenario es muy complejo. Las tensiones en los mercados continúan siendo muy fuertes y ayer, en el mercado secundario, el bono español a 10 años superó de nuevo el listón del 4% -el 4,024% exactamente-. Además, el diferencial con el bono alemán sufrió una nueva vuelta de tuerca hasta los 127 puntos básicos desde los 116 anteriores. El diferencial, aunque es preocupante, está lejos de los máximos de 165 puntos básicos del pasado 7 de mayo, cuando se produjo el gran ataque a los activos españoles que ha forzado al Gobierno a anunciar medidas de ahorro de 15.000 millones de euros para atajar el déficit público.
Sin embargo, el ajuste duro anunciado por el Ejecutivo no se ha traducido en una relajación de las tensiones. El martes, el Tesoro colocó 6.500 euros en letras a 12 y 18 meses, pero pagó un alto precio: el interés que paga a los compradores se disparó el 88% y el 73%, respectivamente. El resultado es que la rentabilidad de las letras a un año españolas ya casi quintuplica la de las alemanas. Como referencia, el diferencial entre España y Alemania se situaba antes de esta subasta en 113 puntos básicos. Hoy, ha terminado en los 127 mencionados.
Elementos a favor
No obstante, también hay algunos elementos que permiten pensar que el Tesoro cubrirá hoy –como ha sido una constante durante todo el año- sus necesidades de financiación. Otro de los países más tocados por la crisis, Portugal, emitió 1.000 millones en bonos a 10 años la semana pasada con una demanda casi dos veces superior a la oferta y a un tipo inferior a los niveles récord de subastas anteriores.
Hasta hoy, el Estado ha emitido 84.000 millones de euros en letras, bonos y obligaciones. Por lo tanto, necesita recaudar casi 125.000 millones de euros más para cubrir sus necesidades de financiación previstas para este año.
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